miércoles, 27 de noviembre de 2013
Moderación
No soy moderada y a esta altura no quiero serlo. Porque si bien muchas veces mi falta de moderación se me vuelve en contra en muchísimas otras opera a mi favor. No soy moderada en el amor ni en la entrega ni en la lealtad ni en los esfuerzos ni en la solidaridad ni en el trabajo en equipo ni en la lucha por lo justo ni en la defensa de mis amigos ni ni ni... No soy moderada... Esa falta de moderación también hace que sea quien soy en el escenario... o en la amistad. Nadie me pide que sea moderada cuando ensayo, o cuando amo, o cuando río, o cuando entrego. ¿Por qué, entonces, debiera yo ser moderada en los enojos, en las tristezas, o frente a la injusticia? No soy moderada. Y ya no voy a aprender... No ya porque no puedo sino porque no quiero...
Escribí algo parecido a esto en un mail y cuando lo releí sentí que es una declaración... y la hago.)
jueves, 21 de noviembre de 2013
jueves, 7 de noviembre de 2013
Amor de Alto Vuelo
"Las grullas son conocidas por su
danza nupcial.
Cuando dos grullas demuestran interés en formar una pareja,
efectúan una danza que consiste en una serie de saltos muy vistosos.
La
relación puede formalizarse en unas horas, otras veces toma meses de brincos y
maromas.
Una vez que se deciden y se establece la unión, se vuelven
inseparables.
La pareja, entonces, durará años, y muchas veces toda la vida.
Por
lo general andan en parejas y ambos integrantes son de apariencia muy similar.
Demuestran extrema protección hacia sus nidos y sus crías...
Son aves de alto vuelo, de hecho son las aves que más altura
pueden alcanzar."
Se casan César y Gabriel... Y hay celebración, emoción y algarabía. Un amor que ya hizo camino, que ya atravesó tormentas, que ya hace historia... Esta Boda está significada por historias de grullas. Y desde ahí edifico mi deseo. Que la danza nupcial de César y Gabriel tenga alas desplegadas al brillo y locura, que haya brincos y maromas; que se reinventen inseparables; que duren toda la vida, que protejan sus nidos y sus crías... y que remonten alto vuelo atravesando el inacabable arco iris del júbilo...
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