martes, 27 de diciembre de 2016

QUE EL 2017 NO SEA 17


Se va el bisiesto.
Y llega un año con número de desgracia.
A resistirle al 17, entonces.
Imposible no entregarse a este deseo de desear.
A estas ganas de renovar esperanzas por prepotencia gregoriana.
Vamos a necesitar mucha fuerza y por eso es necesario que al inaugurar el calendario pidamos mucho.

Mucho. 

Que la calle no nos enloquezca más de lo que ya estamos.
Que haya más mesas que muros. Más abrazos que likes. Más miradas que posteos.
Que en colectivos y subtes vuelva la costumbre de leer un libro. Y que podamos sentarnos.
Que miremos a los ojos al que nos pide, aun para decirle que no. Pero si es posible, que le demos una ayuda.

Mucho. Pidamos mucho. 

Que todo niño tengan sus juguetes. Todos y cada uno.
Que los cielos bien celestes cuesten menos.
Que dios nos ayude aunque no madruguemos.
Que el que siempre sale en el medio de la foto se corra un poquito.
Que el mediocre se entere y el talentoso despegue.
Que los verdaderos culpables alguna vez paguen sus cuitas. Y conozcamos sus nombres y sus caras. 

Mucho. Pidamos mucho. 

Que recuperen su libertad los inocentes.
Que Milagro tenga su milagro.
Que pongan música en los parques y las plazas.
Que los diarios, los noticieros, los periodistas, digan la verdad.
Que haya más comida en las mesas que falta y menos en las que sobra.

Mucho. Pidamos mucho. 

Que detengan las guerras, las amenazas, la violencia.
Que no haga falta el #niunamenos porque estamos todas.
Que la sororidad sea más que un pacto. Sea una forma de vida.
Que no confundamos al enemigo porque el enemigo no nos confunde.
Que no olvidemos la memoria ni olvidemos que a veces es necesario olvidar algunas cosas.

Mucho. Pidamos mucho. 

Que la policía no reprima. Que los chorros no nos maten. Y la policía tampoco.
Que la inclusión incluya y la justicia sea justa.
Que la tortilla se vuelva.
Que seamos un poco inteligentes, un poco bobos, un poco cursis. Pero siempre bienintencionados.
Que podamos equivocarnos sin que nadie nos condene.
Que a los que vetan leyes los enfrenten los justos. Y los justos ganen.

Mucho. Pidamos mucho. 

Que sonriamos 2017 veces.
Que demos rienda suelta a nuestros sueños.
Que el amor nos asista.
Que las fuentes de trabajo recuperadas sigan recuperadas.
Que un error no valga más que mil aciertos.

Mucho. Pidamos mucho. 

Que sea más fácil perdonarnos los errores.
Que podamos escucharnos sin tanta interferencia.
Que todos sepamos exactamente quiénes somos.
Que lleguemos a fin de año con más ganas y menos penas.

Mucho. Pidamos mucho. 

Que seamos muchos y unidos los que pedimos mucho para que los muchos que nos roban mucho sean cada vez menos.

2017: mostranos tu cara. Que acá estamos. 
Para pedirte mucho. 
¡Allá vamos!