martes, 27 de diciembre de 2016

QUE EL 2017 NO SEA 17


Se va el bisiesto.
Y llega un año con número de desgracia.
A resistirle al 17, entonces.
Imposible no entregarse a este deseo de desear.
A estas ganas de renovar esperanzas por prepotencia gregoriana.
Vamos a necesitar mucha fuerza y por eso es necesario que al inaugurar el calendario pidamos mucho.

Mucho. 

Que la calle no nos enloquezca más de lo que ya estamos.
Que haya más mesas que muros. Más abrazos que likes. Más miradas que posteos.
Que en colectivos y subtes vuelva la costumbre de leer un libro. Y que podamos sentarnos.
Que miremos a los ojos al que nos pide, aun para decirle que no. Pero si es posible, que le demos una ayuda.

Mucho. Pidamos mucho. 

Que todo niño tengan sus juguetes. Todos y cada uno.
Que los cielos bien celestes cuesten menos.
Que dios nos ayude aunque no madruguemos.
Que el que siempre sale en el medio de la foto se corra un poquito.
Que el mediocre se entere y el talentoso despegue.
Que los verdaderos culpables alguna vez paguen sus cuitas. Y conozcamos sus nombres y sus caras. 

Mucho. Pidamos mucho. 

Que recuperen su libertad los inocentes.
Que Milagro tenga su milagro.
Que pongan música en los parques y las plazas.
Que los diarios, los noticieros, los periodistas, digan la verdad.
Que haya más comida en las mesas que falta y menos en las que sobra.

Mucho. Pidamos mucho. 

Que detengan las guerras, las amenazas, la violencia.
Que no haga falta el #niunamenos porque estamos todas.
Que la sororidad sea más que un pacto. Sea una forma de vida.
Que no confundamos al enemigo porque el enemigo no nos confunde.
Que no olvidemos la memoria ni olvidemos que a veces es necesario olvidar algunas cosas.

Mucho. Pidamos mucho. 

Que la policía no reprima. Que los chorros no nos maten. Y la policía tampoco.
Que la inclusión incluya y la justicia sea justa.
Que la tortilla se vuelva.
Que seamos un poco inteligentes, un poco bobos, un poco cursis. Pero siempre bienintencionados.
Que podamos equivocarnos sin que nadie nos condene.
Que a los que vetan leyes los enfrenten los justos. Y los justos ganen.

Mucho. Pidamos mucho. 

Que sonriamos 2017 veces.
Que demos rienda suelta a nuestros sueños.
Que el amor nos asista.
Que las fuentes de trabajo recuperadas sigan recuperadas.
Que un error no valga más que mil aciertos.

Mucho. Pidamos mucho. 

Que sea más fácil perdonarnos los errores.
Que podamos escucharnos sin tanta interferencia.
Que todos sepamos exactamente quiénes somos.
Que lleguemos a fin de año con más ganas y menos penas.

Mucho. Pidamos mucho. 

Que seamos muchos y unidos los que pedimos mucho para que los muchos que nos roban mucho sean cada vez menos.

2017: mostranos tu cara. Que acá estamos. 
Para pedirte mucho. 
¡Allá vamos!

sábado, 26 de noviembre de 2016

HLVS

Me acuno y descansa mi tristeza en el tejido suave del hilo invisible que hoy nos une a los que lo lloramos.
A los que lo aplaudimos.
A los que nos sentimos hoy un poco más solos y a la vez más acompañados.
Hoy la vida toda se viste de Fidel.
Y agradezco haber vivido en este tiempo que lo tuvo.
Y agradezco estar de este lado de esa grieta que también nos divide de los canallas que hoy festejan.
Acá estamos, compañerxs.
Del lado de la vida.
De esta vida que fue y seguirá siendo un poco más digna porque Fidel estuvo aquí.


martes, 1 de noviembre de 2016

Un paréntesis llamado Cuba

Cuba. Viejo sueño. Antiguo, milenario.
Cuba. Malecón, el Prado. Vistos antes. Y a la vez no.
Cuba. Patria revolucionaria.
Isla diminuta, pueblo inmenso.
Gigante en su dignidad. Ejemplo aguerrido. Lucha incansable. Resistencia luminosa.
Amenazada, injuriada, saboteada, bloqueada; Cuba resiste desde su escasez y su opulencia.
Experta en contrastes, interpela al progre que llega a ver cumplido su horizonte de ilusorias revoluciones. Una revolución es mucho esfuerzo. Es negociar lo innegociable, es soportar lo insoportable. Y Cuba soporta. Y sonríe y llora y pide y da y baila y canta y se cansa y se sienta y cuando parece que va a dormirse vuelve a ponerse de pie y sonríe y llora y pide y da y baila y canta... Y soporta. Y resiste. Ya quisiera yo ver a los chicos de la izquierda argentina soportar lo que Cuba soporta...
Cuba es un paréntesis para los que vivimos en el demencial mundo del libre mercado. En ese paréntesis es muy difícil comprender algunas cosas. Falta cosmética en sus edificios, pero no falta comida en ninguna mesa. Falta plata en muchos bolsillos, pero no falta escuela para ningún niño. Te piden monedas, jabones, biromes, cremas, ropa, pero no te roban. Es más, si se te cae la billetera te la devuelven. Y te avisan que llevás la cartera abierta. Vi escasez pero no robos, ni peleas, ni un solo ser humano durmiendo en la calle. Vi necesidad de estar mejor pero ganas de estar ahí, defendiendo su identidad. Los policías parecen personas y te sonríen (aunque hayas cometido dos contravensiones), los militares no te asustan (aunque te digan que no se puede estar donde estás).
Los jóvenes sueñan con otros horizontes pero no se suicidan ni asesinan.
No hay francotiradores ni matanzas en las universidades.
Tienen otro ritmo. Ni más lento ni más rápido. Otro. Rodeados de mar tienen la mirada diáfana aunque a veces se les entristezca. Tienen dientes sanos y si se les rompen tienen implantes gratis. Y sin colas ni turnos a meses.
Tienen gran educación. Todos saben de historia latinoamericana.
Todos saben de nosotros, de Cristina, del canalla actual.
Hasta los que no quieren mucho a Fidel reconocen a Chavez como un amigo de Cuba.
Todos aman al Ché, lo sienten propio, se les ilumina la mirada al nombrarlo. Los músicos cantan "Hasta siempre Comandante" en las esquinas, en las ventanas, en los bares, en las calles.
Y quieren mucho a Messi y a Maradona. Y al Papa, porque es argentino.
Como dijo el Gran Galeano: "no hay que confundir a Cuba con un paraiso, pero hay que saber que está bien lejos de los infiernos que solemos vivir en esta América apaleada" (versión libre de su frase).
Cuba no es un sueño, ni una fantasía, ni lo que cada uno de nosotros, burguesitos clase media, queremos que sea. Cuba es Cuba. Vive "defendiendo su vino, que es amargo pero es su vino".
Me traje en el alma a Alberto, el barrendero de Copacabana comparando mi día de turista con su sueldo; a Daniel pedalenado kilómetros de dolores orgulloso de sus estudios y su honra; a Ifrain con sus melancólicos 23 años deseando jugar en la Liga Nacional de fútbol lejos de su casa para ayudar a su familia; a la rubia "vecina de Marta" estafándonos unas monedas en falsa oferta de habanos; a la moza sonriente que desea ser atendida como ella atiende; me traje a Marta anfitriona cariñosa y madraza; a Vivian con su claridad política; a Mildrei y sus cuidados familiares; la charla con el cocinero de una fonda que dijo sin dudar "la cosa es económica. Aquí nadie quiere que esto se caiga, sólo queremos estar mejor"; me quedé con la generosidad extrema de Lázaro, con la cultura general de Acelia; con el deseo desmesurado de que el imperio levante el bloqueo de verdad, pero sin tantas exigencias; a Jesús padre y Jesús hijos tan distintos en la mirada de su misma historia.
Todas y todos poniéndole chévere a la escasez, risas a la tristeza, música a la adversidad.
Me quedo con el color de las callecitas de La Habana Vieja; la longitud interminable del Malecón; el azul sereno de su mar; el recibimiento del Ché en Santa Clara.
Me traje un poco sus olores, sus colores, sus dolores. Mucho de su abundancia en sabiduría, en dignidad, en resistencia.
Estar hoy perfumada de Cuba me ayuda a soportar el enchastre capitalista que nos ensucia.
Para nosotros Cuba es un tiempo sin tiempo. Para ellos es su vida cotidiana. Viven en una tierra liberada a costa de mucha sangre y la defienden como pueden, pero la defienden.
Hay que estar allí con el corazón abierto, con el alma dispuesta, con la comparación escondida. Sin tratar de hacer coincidir lo que soñamos con la realidad. Hay que estar dispuesto a recibir lo que Cuba te ofrece. Ni más ni menos.
Cuba ha sido el mejor paréntesis de mi andar. Y mi amor por ella se ha acrecentado.

Ojalá algún día pueda volver. Para visitar ese pedacito de mi alma que allí se ha quedado para siempre. Gracias Cuba... "Hasta siempre..."

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Dormir imposible

Desasosiego.
Ni siquiera es insomnio.
Es desasosiego.

viernes, 23 de septiembre de 2016

Pregunta retórica

La vida, ¿es un alarido entre dos silencios? ¿O un silencio entre dos alaridos?

lunes, 19 de septiembre de 2016

El mismo fuego

“En el alba del tiempo fue la piedra que
Cain lanzó contra Abel y serán muchas cosas
que hoy ni siquiera imaginamos y que  podrán concluir
con los hombres y con su frágil destino.”

JORGE LUIS BORGES

Ese fuego que amenaza no empieza hoy ni mañana.
Ese fuego empezó antes, hace mucho.
Es el fuego que cayó de los aviones y quemó cuerpos de trabajadores y de estudiantes una criminal tarde de junio.
Es el fuego que más tarde quemó fotos, retratos, sábanas, juguetes, frazadas y máquinas de coser.
Es el “’¡FUEGO!” disparado contra hombres indefensos que sin justicia alguna fueron fusilados en basurales sin nombre.  O con nombre, no tiene importancia alguna.
Idéntico fuego el de las metrallas que volvieron a fusilar en Trelew y que más tarde quemó libros con la esperanza de borrar enseñanzas y aprendizajes.
Es un solo fuego. Siempre encendido y avivado por los mismos contra los mismos.
Contra nosotros.
Ese mismo fuego es el que quemará 60000 kits para bebés que incluyen lo siguiente: Un moisés para los primeros meses, 2 Conjuntos enteros manga larga, 2 Conjuntos de manga corta, 2 Pantalones, 3 Pares de medias, 1 Gorro, 1 Abrigo polar, 1 Par de escarpines, 2 Sacos de dormir, 1 Porta bebe, 1 Bolso materno, 1 Bolso cambiador, 1 Termómetro digital, Algodón, Crema de Caléndula, Crema Hidratante, Protectores mamarios, Preservativos, 1 Bata, 1 Camisón, 1 par de Pantuflas, 1 Chupete, 1 Sonajero, 1 Babero, 1 Mordillo, 1 Libro de cuentos infantiles, 1 Guia de cuidados para la mamá y el bebe.

Todo eso multiplicado por 60.000 será quemado por ese mismo fuego.
Ese fuego es para los represores y los integrantes de la derecha (que son lo mismo) un elemento  que parece sumergirlos en un acto purificador sin tener en cuenta que de esas cenizas surge siempre la esencia de la resistencia y las obstinadas ansias de justicia. De justicia real. De esa justicia que anda faltando en este tiempo.

#NoQuemenLasQunitas


Stella Matute
19-09-2016

viernes, 16 de septiembre de 2016

No estoy

A veces no estoy.
Simplemente.
No estoy.
Ni soy. Ni voy. Ni.
A veces NI.
O no.
 Que no es lo mismo pero es igual, diría Silvio.
Hoy es uno de esos días.
 Dejo la sonrisa dibujada y me fui.
No estoy.
Ni soy. Ni voy.
Ni.
O no.

jueves, 18 de agosto de 2016

Era en agosto

La memoria del cuerpo aúlla en el recuerdo de una madrugada de hielo.
Se impone el insomnio.
Un manotazo de muerte despierta un vientre que solo quiere vida.
El pequeño titán atraviesa el canal en un solo alarido.
Tobías.
Diminuta ráfaga de esperanza y fuerza.
No pudieron sus ganas pero su aliento quedó aliento en mi aliento para siempre.
Y ya sabemos que él para siempre es demasiado.
A veces el tiempo no cabe en el tiempo.
Diecinueve años de bebé pequeño que dejan hecha trizas la medida del amor.
Tobías.
Una forma diferente de ser madre.
Suspendida en el deseo de acunar lo inacunable.
Doce días eternos de amarga miel y huecos rezos lanzados a un dios que de tan sordo me dejó sin voz. (Sin vos, hijito).
Tobías.
En mi. Infinito.
Fue un dieciocho.
De madrugada.
Llovía.
Hacía frío afuera, adentro, y más allá.
Era agosto. Claro.
(18 de agosto de 2016, a 19 años)




DIARIO DE UNA TRISTEZA

Aquella mañana el universo todo se posó sobre su prematura fortaleza.
18 de agosto.
Tobías.
Diminuto titán.
(18 de agosto de 2015 )


Era lunes, también, aquel 18 de agosto de 1997. Y era de madrugada. Algún dios malo, o algún demonio, engañó a Tobías y lo convenció a abandonar su útero, el mío, antes de tiempo. Pequeño gran titán, le peleó a la muerte durante 12 días. No pudo contra la Mala. No hubo dios bueno, ni buda, ni chaman, ni rezo, ni fe, que lo ayudara. Dolor para siempre. Y este insomnio eterno 17 madrugadas más tarde, años contando. El para siempre de la muerte, siempre absurda pero cuando injusta más absurda, y siempre, todavía.
(18 de agosto de 2014)



18 de agosto...
Agosto...
16 años. ...
la nave va... va... va... va...
Tobías... pequeño gran titán.
Siempre en mi corazón.
(18 de agosto de 2013)


Tobías... 15 años.
Agosto es un mes maldito en mi existencia...
(18 de agosto de 2012 - A días del otro infierno)


No era en abril... 
Era en agosto... el 18, más precisamente. 
14 años ya. 
Luchó como un titán. 
"Enorme y azul / la vida se le dio. / No pudo tomarla, no pudo tomarla, / de tan pequeño." 
Tobías..., para siempre en mi corazón.
(18 de agosto de 2011)

sábado, 13 de agosto de 2016

Cuatro años alardea el almanaque

13 de agosto.
El almanaque alardea 4 años.
Y mis recuerdos se hunden en un recién que ahoga.
4 años...
Imposibles mil quinientos días
Sórdidas treinta y cuatro mil seiscientas horas
Sigo sin entenderlo
Sigo sin creerlo
Sigo sin aceptarlo
No me pidan que no llore, justo hoy que ya sonrío de tantas lágrimas.
No me pidan que no aúlle, justo hoy que ya puedo vestir al alarido de silencio.
No me pidan que no diga, justo hoy que las palabras se disfrazan de huecura.
No sé hacerlo de otro modo.
4 años
El tiempo
El tiempo sólo acomoda la pena tan pena de tan siempre.
El tiempo, ese tramposo que acomoda y horada.
 El tiempo
Años, días, horas, un instante
Es el 13 mas 13 de mi vida y es aniversario de lo absurdo.
Y es agosto. Mes del despropósito.

jueves, 4 de agosto de 2016

4 de agosto, último tiempo

Hace cuatro años era noche de sábado.
Hoy feisbuc me recordó que andaba con insomnio en aquellas horas. Yo creía que eran los sufrimientos del síndrome de nido vacío pero en realidad supe que era un alerta premonitorio del desasosiego más desasosiego. Hace cuatro años ese insomnio me anunciaba un para siempre de ausencia.
Hace cuatro años era la última noche de una vida de compinche, compañera, confidente, amiga, hermana, todo en una. Empieza el aniversario de una semana devastadora.
Una de las semanas devastadoras de agosto. No puedo evitar los recuerdos.
Ni siquiera son voluntarios. Están ahí, siempre a punta de llanto.
Aunque haya ido aprendiendo a no hablar, a no nombrar, a dejar que crean que me distraigo.
Agosto.
En la plenitud de la llaga. El comienzo del final de los finales.
(4 de agosto de 2016. Noche. Cuando el llanto empieza a renovarse)

lunes, 11 de julio de 2016

27 años con Lautaro

Los recuerdos vienen con exacta precisión. También con un dejo de distanciamiento, como si fuese una película que he visto 27 veces.
Aquella noche me dormí desprevenida.
Faltaban varios días aun y yo tenía muchas cosas que hacer todavía antes de la maravilla.
Sin embargo, a la mañana muy temprano algo anunció que el alumbramiento estaba cerca, muy cerca.
Me quedé quietita como no creyéndolo.
Pero era inevitable, cada vez que esbozaba moverme, perdía otro poco de líquido hasta que decidí pararme y una catarata involuntaria cayó desde mis adentros.
Las contracciones se manifestaron enseguida y todo sucedió maravillosamente rápido.

Vivía a tres cuadras de la clínica pero tuve que tomarme un taxi. "8 de dilatación", dijo la partera de guardia y salió corriendo a hacer los llamados y los encargues pertinentes. Era la mañana del 12 de julio y a las 11.34 la vida sería vida para siempre.
Desde aquel día, mi vida se justifica plenamente cada 12 de julio.
Es más... podría decir que esta fecha me amortiza los duros golpes de los errores cometidos, me ilumina las zonas grises de los dolores, me salda la mayoría de mis deudas.
En este día se celebra la llegada al mundo de un embajador de la ternura, de un portador de talentos, de un emisario de lo bueno, del hacedor de los mejores abrazos de mis abrazos.
27 años han pasado desde aquel luminoso día en que Lautaro, mi hijo, llegó al mundo.
Los mejores 27 años de mi vida.
Desde aquel día me ha enseñado cada día a ser un poco mejor. Me ha llevado de la mano por los caminos de la paciencia, me ha mostrado el esplendor de la alegría, me ha alumbrado la dimensión del verdadero amor. Ese que de tan incondicional asusta.
Lo he ido viendo crecer afianzado en sus convicciones, sostenido en su inmensa chispa artística que enciende fuegos musicales.
Todo él es arte. Y bondad.
Resplandece mi vida en su espejo, se hace más armónico el camino en su ruta, se vuelve fácil lo difícil en su mirada.
La vida me dio con su nacimiento un maestro que me da clases intensivas de cómo amar sin límites y cómo construir un coraje inquebrantable para defenderlo de los amenazantes males del mundo.
Eso intento desde aquel día, 27 años atrás contando.
Levanto la copa y brindo por su vida y por la mía con él.
¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS, HIJO!!!!
Esta tierra es un poco mejor y más fértil desde que vos la habitás.






2015 
Hoy, a las 11.34, la persona que me otorgó el privilegio de ser madre cumple 26 años. Los 26 años más orgullosos de mi vida, los más sorprendentes, los más tiernos, los de embelesado aprendizaje extremo.
Muchas veces siento, se lo he dicho, que vine a esta vida sólo a ser su madre. Que esa fue y es mi misión y es lo que más felicidad me ha dado y me da, sin duda alguna. Su nacimiento me conectó con el epicentro de la ternura; con la eterna búsqueda de lo mejor para él; con la esencia del amor; con el aprendizaje de correrme del eje.
Su camino, su recorrido, sus elecciones, son un manso lago en el que puedo verme reflejada y también en el que puedo sumergirme sin miedos. Estos 26 años me hacen sentir 26 veces madre vanidosa y pipona de orgullo, me convierten en una mujer más joven que hace 26 años, una fan de su arte, una incondicional apoyadora de sus sueños, una discípula de su sabiduría.
Estos 26 años son lo que más le agradezco a la vida. Son la fuente de energía que necesito para calmar mis tristezas. Si me dijeran que puedo volver a vivirlos lo único que pediría es poder mejorar todo aquello que se necesite para que él pueda ser más feliz.
Hoy Lautaro cumple 26 años. Levanto la copa y brindo por él. Por su bonomía, por su sonrisa franca, por sus ojitos melancólicos, por su lealtad, por sus proyectos, por sus logros, por los amigos que lo quieren, por sus dioses y también, por qué no, por sus demonios.
¡Feliz cumpleaños, Lautaro Matute! ¡Hijo! ¡Y gracias! Eternas Gracias.

2014 
25 años es mucho tiempo. Y un instante.
Puedo sentir ahora el primer calorcito de su piel sobre la mía. Pude oler recién aquel olor pequeño de su minúsculo pelito; y oír aquí los flamantes berridos, dulces e indignados.
Sin embargo, disfruto a diario de su madurez y sus talentos. Disfruto siempre de la seriedad de su palabra. Inauguro saberes de su sabiduría cotidiana amasada en este cuarto de siglo compartido.
He aprendido, desde aquel 12 de julio, más, mucho más, de lo que he enseñado.
No hay amor que se le compare ni mirada más profunda que la suya.
Cumple años. Y me enarbola en madre nuevamente.
Gracias, hijo.

 2013 
"Hijo es un ser que nos prestaron para un curso intensivo de cómo amar a alguien más que a nosotros mismos, de cómo cambiar nuestros peores defectos para darles los mejores ejemplos y de nosotros aprender a tener coraje. Sí, ¡es eso! Ser padre o madre es el mayor acto de coraje que alguien puede tener, porque es exponerse a todo tipo de dolor, principalmente de la incertidumbre de estar actuando correctamente y del miedo de perder algo tan amado. ¿Perder? cómo? No es nuestro, ¿recuerdan? Fue apenas un préstamo”… (José Saramago)
Hace 24 años, a las 11.34, en jubiloso alarido nacía Lautaro Matute y revolucionaba mi vida para siempre.
¡¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS, HIJO!!!!! Te amo.

jueves, 23 de junio de 2016

Crecer

Tengo los ojos cansados de carencias.
Lo incomprensible no entiende del paso de las horas.
Quiero un ratito de aquel tiempo
en el que estaban vivos todos los que yo quería.
Un ratito.
Crecer es ir poblándose de ausencias.

(23-06-2016. Porque sí. Porque me atropella el extrañar.)

jueves, 16 de junio de 2016

Innominado desconcierto

Me excede. Imposible. Desmesurado todo. Devastador.
Me supera. Me pasa por encima. Me aplasta. Me levanto.
Esquivo nuevo zarpazo, pero de inmediato viene otra trompada.
Nockout técnico. Y real. Y duradero.
Me redunda el dolor y me rebasa. Giro. Intento negar.
Pero abunda lo impropio. Innominado desconcierto.
En estos días el amor no vence a nada. Más bien nos aventaja la injusticia.
Me excede. Me supera. Me enmudece.

(16 de junio, 2016)

sábado, 11 de junio de 2016

Se presentó "Día a Día", el primer album solista de Lautaro Matute 2








"Gracias por ser música", le dijeron hace unos días en un comentario y me quedé pensando...
Es cierto. Lautaro no hace música. Lautaro es música.
Un artista con una sensibilidad delicada y descomunal.
Dirán que lo digo porque soy la madre. Y es cierto.
Pero ser la madre de un artista obliga al extremo ejercicio de la objetividad.
Saberlo mi hijo, entrañable, y ser una más, allí, disfrutándolo como se disfruta el arte de un desconocido es de las vivencias más intensas que me suceden.
Pienso mucho en eso desde que lo ví presentando su primer disco solista.
Entrañable y extraño. Propio y ajeno. Todo al mismo tiempo y sin medida.
La presentación de "DÍA A DÍA" fue una exquisita ceremonia de poesía, música, fuerza y arte de alto vuelo.
Sencillez y talento combinados creo que es lo que da estatura de artista.
Y a Lautaro Matute, mi hijo, le sobran las dos cosas.
Más simpatía, solidaridad, agradecimiento.
Es un capo.
Lo digo sin que me preocupen su pudor ni mucho menos las sonrisas suspicaces detrás del comentario "qué va a decir si es la madre".
Si. Tengo el honor y la titánica emoción de ser la madre de un artista. De un músico que no hace música. La lleva adentro y la comparte con otros.
"Gracias por ser música".

Gracias a la vida.

Se presentó "Día a Día", el primer album solista de Lautaro Matute


Tan propio y tan ajeno
Tan entrañable y tan extraño
Tan mío y tan de él mismo
Tan...
Tanta emoción.
Tanto.
Subjetividad y objetividad sin límites
A punta de alma la emoción me excede
13 canciones que son el pasado, el presente y el futuro
Un día a día compartido desde aquel test conmocional
Una mirada y un gracias
Y la sonrisa
Y esa espontaneidad caracteristica
Y el pasado
El presente
El futuro
13
Continuidad a ritmo de canciones
La fuerza de la sangre y la garra del día a día
Ese día a día implacable
Ese Día a Día que acontece, que atraviesa,
que une.
Un "cumpleaños de 15" sin cumpleañerx de 15
Y mas de 15 motivos para llorar de alegría
Para llorar de orgullo
Un día a día que fue.
Un Día a Día que es
Y que será en el tiempo
Por siempre.
Para siempre.
Y siempre es mucho tiempo. Ya lo sabemos.
Gracias.
A la vida.
Y a este hijo inmenso artista. Sensibilidad en estado puro
Arriba y abajo de un escenariio cualquiera.
En la vida y en el arte.
13 canciones
En un río caudaloso de abrazo y de cuerdas.
Amigos: gracias.
Sobrina: gracias.
Taty: gracias.
Padrino: gracias.
Compañero: gracias.
Gracias.
13 canciones vividas a destajo
Escritas, palpitadas, arregladas, cantadas a ritmo del amor, del esfuerzo, del trabajo, de la pasión.
Gracias.
Vine a esta vida a vivir esto. A latir en consonancia de una maternidad elegida contra viento y marea.
Sin dudas.
Y ese parir trajo este parir de un hijo adulto tan inconmensurable como aquel paquetito rosado que me pusieron en el pecho.
Parires y sentires.
Así. Desordenados.
Agitados. Con la desmesura a mano.
Centro Cultural de la Cooperación el escenario.
Y allí una causa y un efecto.
La mejor causa
El mejor efecto
Un Día a Día mayúsculo que me invita a agradecer desde el epicentro de las entrañas.
Me voy a dormir con un corazón del tamaño de un contrabajo sonando al ritmo de lo Sublime.
La exacta medida del amor eterno.
Felicitaciones Lautaro. Una vez más.
Y van tantas.

Y serán tantas otras.

domingo, 29 de mayo de 2016

EL ODIO ES EL MISMO

EL ODIO ES EL MISMO

"Sepan ustedes que la Revolución Libertadora se hizo para que en este bendito país el hijo del barrendero muera barrendero". 
(Contraalmirante Arturo Rial -funcionario de la revolución fusiladora-, discurso a
trabajadores municipales, 1955)

"Le hicieron creer a un empleado medio que su sueldo medio servía para comprar celulares, plasmas, autos, motos e irse al exterior. Eso fue una ilusión, eso no era normal" (Javier Gonzalez Fraga - economista egresado de la Universidad Católica, ex presidente del Banco Central de la República
Argentina por primera vez en 1989, cuando llevó a la Hiperinflación argentina de 1989, meses después el economista Jorge Born lo sindicó como responsable de la segunda hiperinflación de 1989/90. Columnista del pasquín La Nación, abiertamente antikirchnerisa, candidato a Vicepresidente de la Nación en el 2011 junto a Ricardo Alfonsín . 2016).

En el ´55 quemaron frazadas, libros, juguetes, incendiaron máquinas de coser, rompieron altares, persiguieron y proscribieron. Bombardearon. Fusilaron. 

En el 2016 desconectan las netbooks, amordazan la cultura, vallan plazas, persiguen, encarcelan, reprimen, provocan.

El odio es el mismo. Y si no cerramos filas, luchamos y los echamos, nos esperan tiempos tan negros y oscuros como los que ya hemos vivido entre el ´55 y el 2003 en los que pasó de todo: bombardeos, fusilamientos, proscriciones, desapariciones, torturas, robo de niños, liberalismo descarnado, y sigue la lista. 

Gonzalez Fraga nos lo está diciendo muy, pero muy claramente. Sus dichos no son “declaraciones”, son amenazas. 

jueves, 12 de mayo de 2016

Usted preguntará por qué partimos...

PARTIMOS
de Issa Majluf, Lïbanés.

Partimos para distanciarnos del lugar que nos crió y para ver el otro lado de la aurora.
Viajamos buscando la fuente de nuestro nacimiento. Partimos para completar el alfabeto, para cargar nuestro adiós de promesas, para viajar tan lejos como el horizonte, anulando nuestro destino y esparciendo las páginas al viento, antes de permitir que huya, o tal vez no, nuestra historia en otros libros.
Partimos hacia destinos no escritos para decir a los que hemos conocido que retornaremos para establecer relaciones otra vez. Partimos para aprender el lenguaje de los árboles que no viajan; para escuchar el tintineo de campanas en los sagrados valles en busca de dioses más piadosos; para arrancarles a los extranjeros la máscara del exilio; para susurrar a los transeúntes que, como ellos, nosotros también pasamos, y que nuestra historia es efímera, tanto en la memoria como en el olvido, lejos de madres que encienden las velas de la ausencia y acortan el lapso del tiempo cada vez que elevan sus manos al cielo.
Partimos para no ver a nuestros padres envejecer, para no advertir las marcas del tiempo en sus rostros. Partimos para anunciarles a los que amamos que aún los amamos, que la distancia no puede asombrarnos y que el exilio puede ser tan dulce y fresco como la patria. Partimos para que al regresar un día, nos reconozcamos como exilados donde quiera que estemos. Partimos para borrar la diferencia entre aire y aire, agua y agua, cielo e infierno. Nada nos importa el tiempo, contemplamos la inmensidad, vemos olas brincando como niños, mientras el mar refluye entre dos barcos: uno que parte y el otro hecho de papel en manos de un niño.

Partimos como un payaso que viaja de poblado en poblado, guiando a sus animales que enseñan a los niños su primera lección de tedio. Partimos para engañar a la muerte que nos persigue de un sitio a otro. Continuaremos así hasta que estemos perdidos, para que donde quiera que vayamos nunca más nos encontremos a nosotros mismos y para que de esta forma nadie pueda encontrarnos.

miércoles, 11 de mayo de 2016

Segundo lunes de mayo: DÍA NACIONAL DEL ACTOR

Actor nuestro que estás en los escenarios, bendecido sea tu oficio, venga a nosotros tu brillo, hágase tu compromiso tanto en tu vida como en tu arte. El buen espectáculo de cada día, ofrécelo hoy y perdona nuestra ausencia en la platea así como nosotros perdonamos tu falencia. No nos dejes aburrirnos y líbranos de la falta de talento. Amen.


¡FELIZ DÍA DEL ACTOR NACIONAL PARA LAS ACTRICES Y LOS ACTORES DE BIEN!

(Stella Matute dixit)

miércoles, 4 de mayo de 2016

Partir

Llegará el momento de hacer el viaje.

Y lo haremos con documentos papeles,
llevaremos nuestra identidad a cuestas
 aunque nos pese, aunque nos duela.

Le prepararemos sorpresas,
 le daremos otra dimensión,
 quizás otro tiempo.

Los pequeños viajes que practicamos
 desde hace más de veinte años
los dejaremos dentro de un armario
en nuestras casas.

Allí, entre nuestras ropas dormirán
los deseos satisfechos,
el aletargamiento del músculo,
el párpado del sueño
y la mejilla, y la oreja, y la mueca
que están acostumbrados a mentir,
allí esperarán nuestro regreso.

Quizás a la vuelta, no los usemos,
nos quede todo chico, todo extraño.

Será lo mejor del viaje.

Tener que proveernos de nuevos elementos.

(Yo. 1982)... ... ... ... ... ...

martes, 3 de mayo de 2016

Un "día a día" que es el día a día de mi vida


Groso, generoso, queridísimo, grande, grosísimo, gran músico, tremendo, compañero, amigo...

Un niño llega a su primera clase de guitarra aferrado a la mano de su madre.
Esa madre soy yo. Ese niño de ojos grandes y descontrolados rulos me mira desde su altura que es la dimensión toda del amor.

Groso, generoso, queridísimo, grande, grosísimo, gran músico, tremendo, compañero, amigo...

“No sé si tu hijo será un guitarrista, pero si decide serlo tiene condiciones para ser uno de los mejores”, me dice, con onda severa, el profesor de guitarra desde el otro extremo del teléfono mientras yo me siento lentamente y lloro. Ese profesor es Lucho González. Sí, Lucho González.

Groso, generoso, queridísimo, grande, grosísimo, gran músico, tremendo, compañero, amigo...

Esta madre espera a su hijo en la parada de un colectivo. Es una de las primeras veces que viaja solo. Viene de su clase de guitarra. Baja con su guitarra en los hombros, mucho más alta que él. Está feliz. Me dice que sacó su primera canción.

Groso, generoso, queridísimo, grande, grosísimo, gran músico, tremendo, compañero, amigo...

“día a día” estudiaba cuanto minuto le quedaba libre. 

Groso, generoso, queridísimo, grande, grosísimo, gran músico, tremendo, compañero, amigo...

“Tu hijo no sólo pinta para gran artista, pinta para ser gran artista. Es un placer ser su maestro”, dice el gran Hugo Fumero antes de la primer presentación en público de este alumno que le ponía pasión y disciplina a las clases con el nuevo profe.

Groso, generoso, queridísimo, grande, grosísimo, gran músico, tremendo, compañero, amigo...

“día a día” fue adolescenteando con su guitarra a cuestas

Groso, generoso, queridísimo, grande, grosísimo, gran músico, tremendo, compañero, amigo...

“día a día” la casa se llenaba de su música.

Groso, generoso, queridísimo, grande, grosísimo, gran músico, tremendo, compañero, amigo...

“Estamos formando una banda, mamá”, dijo. Y eran 7 y eran todos disciplinados y pronto fuimos a verlos a “los Chanchos” que ya se asomaban a esa entrañable cofradía en la que se convirtieron.

Groso, generoso, queridísimo, grande, grosísimo, gran músico, tremendo, compañero, amigo...

Premio Gardel 2013 en la categoría World Music para el Ensamble Chancho a Cuerda

Groso, generoso, queridísimo, grande, grosísimo, gran músico, tremendo, compañero, amigo...

“día a día” creció y se fue desplegando en músico y en groso, generoso, queridísimo, grande, grosísimo, gran músico, tremendo, compañero, amigo, como lo llaman en este lanzamiento de su “día a día”.

Este "día a día" que hace que lo llamen groso, generoso, queridísimo, grande, grosísimo, gran músico, tremendo, compañero, amigo,

Primer disco solista de Lautaro Matute.
Mi hijo. Aquel de la mano aferrada antes de entrar a su primera clase de guitarra. Cuando no sabíamos que ese era su camino. Este camino que “día a día” lo ha llevado a su “día a día”
¿Cómo llamar a este que siento?
Amarrete el lenguaje para definir tanto tanto.

Escuchen el primer disco solista de Lautaro. Y ayúdenme a ponerle nombre a este calor que me estalla en el pecho y en los ojos. 



http://lautaromatute.bandcamp.com/


(Lautaro Matute, felicitaciones. Orgullosa y admirando tu arte.)

martes, 19 de abril de 2016

El teatro y el cielo

"Una casa con un techo chato en donde impera el cielo. Y en donde cada uno puede dialogar consigo mismo perdiéndose con la mirada en el horizonte.
Semejante a esta casa es para mí, en una sola palabra, el teatro."
(Eugenio Barba - El cielo del teatro, 2009)

miércoles, 13 de abril de 2016

13 de abril - Jornada histórica

Alguna vez yo diré "estuve ahí", 
y se me llenarán los ojos de las mismas lágrimas.
Yo


El peronismo nunca sabrá cuánto, pero ¡cuánto!, le agradezco que me haya recibido...
Podría no haberlo hecho.
Y yo no me hubiera enterado nunca de esta emoción, de esta alegría, de este compromiso. De lo maravilloso que es estar también "a favor" y no sólo "en contra".
Le agradezco al peronismo por los 12 años. Por las Plazas de festejo, por los abrazos, por las lágrimas, por sentirme parte de un mar de amor infinito. Le agradezco por haberme incluido en este sentimiento de Patria que me quema el pecho.
Le agradezco al kirchnerismo haberme abierto esa puerta.
"Los días felices fueron, son y serán peronistas", dicen.
Y no me caben dudas. No me caben dudas.
Gracias.

domingo, 3 de abril de 2016

Pensamiento

El tener incluye el miedo a perder. 


(Un domingo cualquier. Con miedo a tener. Y miedo a perder lo que se tiene.)

viernes, 18 de marzo de 2016

Disquisiciones frente al mar

Disquisiciones frente al mar:
1.
¿No será que Freud sentía una profunda envidia por el útero? En esos años de machismo a ultranza fue fácil creerle al científico que las mujeres sufríamos envidia del pene y nos sentíamos incompletas por esa falta. Pero con el correr de la historia, ¿no será hora de revisar la envidia que los hombres sienten por la falta de útero y su consiguiente imposibilidad de engendrar y parir? ¿No sentiría Freud esa falta? ¿No habrá sido esa envidia lo que lo ayudó a construir su histórica y científica teoría?(13/03/16)

2.
Hoy la sensación es que si no nos conectamos no podemos desconectarnos. Y andamos buscando conexiones para poder estar tranquilos y desconectar. (15/03/16)

3.
Generosa como es, la playa aspira millones de puchos recién fumados por aquellos que disfrutan de su calidez tanto como del humo del tabaco. Acuna bolsas de supermercado que y ya no usan quienes comieron retozándola. Deglute toneladas de yerba de mates charlados entre risas y anécdotas. Anfitriona como es, ofrece su mantel de arena tibia a miles de bandejas y vasitos plásticos que vaciaron de manjares las familias veraniegas. Sedienta como es, se bebe todas esas latas, botellas y coloridas tapitas de las gaseosas y cervezas que los adolescentes, y no tanto, se han bebido antes. Milenaria como es, la costa marina va muriendo pausado en manos del animal humano que destruyendo disfruta. O disfrutando destruye, da lo mismo. (16/03/16)

4.
Hay colores que existen solo cuando uno cierra los ojos. No hay azules tan brillantes, ni rojos tan intensos, ni verdes tan sanadores, ni violetas tan innovadores que los que se ven entre la retina y la relajación del párpado.
¿En qué lugar habitan esos colores cuando abrimos los ojos y vemos lo que parece real?
Misterio de este tiempo indescifrable que llamamos vida.  (16/03/16)

5.
“No. No es cielo ni es azul”.
Es mar cosido al bies por esa costura que va de lado a lado en el infinito. Y se vuelve gris y verde y plata y oro cuando el sol le regala su rayo virginal. (17/03/16)

EL SENTIDO DE ESTAR ACÁ

A Lautaro. 
Porque siempre de él se trata.

El día de otoño se vistió con las mejores galas de verano en horas de la tarde. En caravana fueron bajando a la playa, turistas y lugareños, sedientos de olas y arena.
Ella se distinguía por su blancura de invierno llenándose los ojos de horizonte sentada en un tronco abandonado en la orilla . Algo de su melancólica ansiedad enunciaba que estaba recién llegada y ávida de amplitud y silencio.
Sin alcanzar a decírselo a si misma comenzó a caminar hacia las olas. Un solo estremecimiento la detuvo en el frío del primer contacto con el agua. Bajó las manos y las hundió en la frescura, se mojó la cara y siguió caminando. Cruzó la primera rompiente y se dejó derribar por la ola más grande que encontró en su camino. Cruzó la segunda rompiente y se tiró de espaldas haciendo la plancha sobre un tramo de mar planchado. Abrió los brazos y se dejó acunar por la inmensidad.
El armado de una ola la elevó hacia el cielo y la zarandeó sin rumbo fijo. Se dejó llevar y desapareció en la espuma. Recién ahí, cuando pudo recuperar la estabilidad, miró hacia la orilla y midió su distancia en el diminuto tamaño de quienes disfrutaban de la arena jugando a la paleta, corriendo un perro o tomando sol. Fue entonces que supo de la extraña soledad que la habitaba. Nadie la miraba. Nadie la esperaba. Nadie se preocupaba por si ella se alejaba demasiado. Nadie sabía que ella estaba ahí, rodeada de la desmesura de agua ondulante. Una inmensa ola le pasó por encima y se vio en un canal de parto pariéndose a sí misma.
Sola. Naciente. Inaugural.
Pensó en su hijo. Siempre piensa en él frente a los grandes deseos o temores. Pensó en esa comunión de almas que la une al él en un para siempre impregnado de vida.
Pensó en su libertad y sus dolores. Los de él.
Pensó en su libertad y sus dolores. Los de ella.
Pensó en ese tiempo en que era imposible que su crío estuviera sin ella y en este tiempo en que casi nunca sabe dónde anda. En este día en que él no tiene idea en dónde está su madre.
Y está bien que así sea, intentó decirse.
Otra ola, violenta, le descontroló las piernas y la revolcó en sal y conchillas. Intentó pararse y no hacía pie. Dudó un segundo, o un milenio. No supo. Intentó dejarse hundir para patear el piso. No pudo. Miró hacia la costa y se dio cuenta de que algo involuntario la había alejado demasiado. "Si me desespero no vuelvo", logró pensar. Se relajó y se dejó hundir. Desde allí abajo empezó a nadar a favor de la corriente sólo cuando la corriente se lo permitía y se vio volviendo a tierra firme. Donde nadie la esperaba. Donde nadie se había enterado que ella estaba sin hacer pie. De pronto sus rodillas se clavaron en la arena. Apoyó las manos y se ayudó a pararse. El agua le llegaba por debajo de la cintura.
Caminó sorteando pozos y resistiendo a la fuerza del agua que ahora la empujaba desde atrás.
Se fue deshaciendo de las olas y de la sal. Con sus dos manos al mismo tiempo estiró hacia atrás su pelo y se refregó los ojos en claro gesto de aclarar la vista.
Giró y miró la inmensidad.
Y reafirmó en ese instante y para siempre que esa esencial soledad incomprensible y esa perfecta imperfección que la había devuelto a la playa tenía un único sentido desde sus ancestros hasta el infinito de futuro aconteceres: su descendencia.
 (16/03/16)

miércoles, 24 de febrero de 2016

Cuando amenazan los protocolos

"No se van a animar" leo, y sonrío con los ojos llenitos de agua y un alarido que viene del fondo mismo de la historia me susurra "sí, se van a animar se animaron se animan y se animarán son asesinos y se han animado ya unas cuantas veces a lo más atroz de la historia. Sí se van a animar porque para eso vinieron. Porque ya lo hicieron y están desesperados por volver a hacerlo. Ya nos han bombardeado, nos han fusilado, nos han torturado, nos han desaparecido, nos han robado los hijos. Ya lo han hecho. ¿Por qué no volverían a hacerlo?"

Me seco las lágrimas y miro hacia el lado más luminoso de la memoria y allí están mirándome por sobre mi tristeza, por sobre mi desazón y desde un silencio ensordecedor me preguntan "qué van a hacer qué van a hacer aquí estamos nosotros presentes ahora y siempre necesitamos que hagan algo ya saben cómo ya saben qué sólo háganlo"

Y miro al cielo y los helicópteros amenazan y llamo a una amiga y le dijo qué hacemos y decimos vamos.

Y vamos.

Aunque se animen y apliquen protocolos ahí estaremos. Por esas voces. Esos alaridos. Por las balas que nos mataron antes y nos volverán a matar si los dejamos.

Vamos.

No nos han vencido.

No nos vencerán.

viernes, 12 de febrero de 2016

Hermano

El 12 de febrero es el cumpleaños de mi hermano. Sí, tengo un hermano.
Las dos últimas veces que lo vi fue en los velatorios de mi madre y de mi hermana.
No sé si volveremos a vernos alguna vez.
 Muchas veces me pregunto cómo es que la vida me dio una hermana tan hermana y un hermano tan ajeno.
¿Qué fue lo que pasó? ¿Cuál fue la causa de la debilidad de ese eslabón en la cadena fraterna?
 Aún con la distancia en tiempo, espacio y sentimiento la sangre reclama. La fecha se impone con la fuerza de ese vínculo que es para siempre. Y ya sabemos que el para siempre es mucho tiempo.
Sólo le deseo buenas cosas, a pesar de los pesares.
 Desde ese hilo invisible que nos une aunque no parezca, lo pienso. Lo siento.
Sí.
Lo siento.
"Lo siento tanto" ...
"Lo siento mucho", como suele decirse frente a lo irremediable.