Tuve un sueño.
Soñé con Delia. Ella era una niña y tenía un bebé en brazos. El bebé era yo. Por esas cosa extrañas de los sueños, yo (la de ahora) también estaba en el ahí y las miraba. Era claro que yo era un bebé pesado para el menudo cuerpo de Delia, pero ella reía e intentaba bailar conmigo en upa. Me daba besos (a mí, bebé); y yo, la de ahora, los sentía en esta Stella dolorida de hoy. En el sueño yo sabía. Y no. La de hoy sabía, la bebé disfrutaba. Desperté muy conmovida y sintiendo el calorcito de su cuerpo en el mío. Cuando terminé de despertarme me di cuenta de que no tuve un sueño.
Tuve un recuerdo.
martes, 6 de mayo de 2014
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