lunes, 16 de julio de 2018

Reflexión

La ausencia es una presencia permanente...

(con esa frase y con esa ausencia en permanente presencia me desperté hoy)

jueves, 12 de julio de 2018

29 años naciendo


Hace 29 años el 12 de julio se convertía en Lautaro para siempre.

Ese 12 de julio el hombre que me dio vida llegaba a esta vida con su mochila de ternuras, con el brillo de su alma, con su carromato de talentos, con su bolsón infinito de paciencias, con su valija de enseñanzas, con su luminosa carga de notas musicales.

Y ahí me subí yo, a ese equipaje que le dio sentido a mi camino y se adueñó de todos mis orgullos. 

Aquel 12 de julio nací a ser madre. Aquel 12 de julio me parieron a la Vida más auténtica, a la Vida más maestra, a la Vida más resplandeciente.

Eran las 11.34 cuando su primer minúsculo alarido me llevó sin escalas al núcleo de la dulzura, al epicentro del amor, a la fuente luminosa de lo eterno.

Cada año es un viaje de recuerdos, de imágenes, de rostros, de luces. Cada año revivo ese alumbramiento con el mismo asombro de aquel día, con la misma desmesurada emoción.

¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS, HIJO!!! ¡GRACIAS INFINITAS! ¡Y ETERNAS!