jueves, 25 de abril de 2013

Más frágil que el silencio


Bueno... ya estoy en casa...
Especial noche. Estreno. Uno más, y no tanto... no tanto "uno más"..., digo...
"yo tengo tantos hermanos que no lo puedo contar y una hermana muy hermosa que se llama libertad".
Mi "libertad" tiene apellido y es "escenario".
Quién puede decir cómo "duelar"...
Yo tengo ese privilegio...
yo duelo tú duelas... quíén duela...
quién puede decir cuál dolor es más o menos dolor.
La soledad del dolor para mí es insoportable. Entonces lo pongo afuera.
Me pasó con Tobías.
Me pasa con Delia.
Entonces lo subo al escenario. Lo transformo. Lo transmuto. Lo entrego y me lo quedo.
"Más frágil que el silencio" se me volvió ceremonia. Homenaje se me volvió. Dolor y arte. Ofrenda, se me volvió.
Y por arte de escenario Delia es Emma. Y Emma es Celeste. Y Tati una mamá talentosa y contenedora.
Y sufro pero entrego el sufrimiento. Y las lágrimas son de otros de tan mías que son.
Gracias a todos y cada un de los que hoy me acompañaron. Y entendieron.
Gracias al Teatro. Gracias a la vida.
Gracias, amor, por tus lágrimas. Por tu abrazo interminable.
Gracias a los amigos.
Gracias a Delia por haberme construido.
Gracias.

(Escrito en la madrugada del 26 de abril de 2013, al volver a casa después de haber estrenado)

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