Bueno... ya estoy
en casa...
Especial noche.
Estreno. Uno más, y no tanto... no tanto "uno más"..., digo...
"yo tengo
tantos hermanos que no lo puedo contar y una hermana muy hermosa que se llama
libertad".
Mi
"libertad" tiene apellido y es "escenario".
Quién puede decir
cómo "duelar"...
Yo tengo ese
privilegio...
yo duelo tú
duelas... quíén duela...
quién puede decir
cuál dolor es más o menos dolor.
La soledad del
dolor para mí es insoportable. Entonces lo pongo afuera.
Me pasó con
Tobías.
Me pasa con
Delia.
Entonces lo subo
al escenario. Lo transformo. Lo transmuto. Lo entrego y me lo quedo.
"Más frágil
que el silencio" se me volvió ceremonia. Homenaje se me volvió. Dolor y
arte. Ofrenda, se me volvió.
Y por arte de
escenario Delia es Emma. Y Emma es Celeste. Y Tati una mamá talentosa y
contenedora.
Y sufro pero
entrego el sufrimiento. Y las lágrimas son de otros de tan mías que son.
Gracias a todos y
cada un de los que hoy me acompañaron. Y entendieron.
Gracias al
Teatro. Gracias a la vida.
Gracias, amor,
por tus lágrimas. Por tu abrazo interminable.
Gracias a los
amigos.
Gracias a Delia
por haberme construido.
Gracias.
(Escrito en la madrugada del 26 de abril de 2013, al volver a casa después de haber estrenado)
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