Tantos años ya...
Desde aquellos
mendocinos 15 años en que perdí a mi padre ha pasado
"muchaguabajoelpuente"... Desde la ignoracia del dolor adolescente al
desgarro de comprensión del adulto. Desde el silencio al alarido. Desde el
absurdo paso del tiempo hasta el calor de su callosa mano sobre la mía en un
dulce sueño de madrugada...
A veces recuerdo
su voz.
Otras, su olor. A
gomina y tabaco. A laburo y perfume.
Me sobran
ausencias ahora para recordar anécdotas.
Me faltan
rincones donde desplegar recuerdos.
Lo extraño.
Como hace ya
tantos años...
Desde aquel día
en que bajando del micro en Constitución, Delia me decía, con sus manos en mi
cara: "Sí... el papi está bien... él ya está bien..."
Y hace ya tantos
años... tantos...
Y fue ayer. Y
hace un siglo. Y un instante.
La absurda lógica
del tiempo... que es mentira que consuela... sólo acomoda un poco. Y por un
rato.
Papá. Mi papá. El
papi, al decir de mi infancia mendocina.
Y su ausencia
sumada a la ausencia.
Y un dolor que no
termina. Y comienza en cada dolor que se va sumando.
Sola me siento de
tanta orfandad.
Pero aquí
estamos.
Terror del tanto
tiempo que vendrá sumando ausencias que se suman al tanto tiempo que pasó.
Pero aquí estamos.
18 de setiembre.
De hace ya tanto tiempo... Recuerdo todo en cruda cronología del dolor. Cada
detalle, cada momento.
Sólo que ahora no
tengo con quién recordarlo.
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