martes, 17 de septiembre de 2013

Tanto tiempo...


Tantos años ya...
Desde aquellos mendocinos 15 años en que perdí a mi padre ha pasado "muchaguabajoelpuente"... Desde la ignoracia del dolor adolescente al desgarro de comprensión del adulto. Desde el silencio al alarido. Desde el absurdo paso del tiempo hasta el calor de su callosa mano sobre la mía en un dulce sueño de madrugada...
A veces recuerdo su voz.
Otras, su olor. A gomina y tabaco. A laburo y perfume.
Me sobran ausencias ahora para recordar anécdotas.
Me faltan rincones donde desplegar recuerdos.
Lo extraño.
Como hace ya tantos años...
Desde aquel día en que bajando del micro en Constitución, Delia me decía, con sus manos en mi cara: "Sí... el papi está bien... él ya está bien..."
Y hace ya tantos años... tantos...
Y fue ayer. Y hace un siglo. Y un instante.
La absurda lógica del tiempo... que es mentira que consuela... sólo acomoda un poco. Y por un rato.
Papá. Mi papá. El papi, al decir de mi infancia mendocina.
Y su ausencia sumada a la ausencia.
Y un dolor que no termina. Y comienza en cada dolor que se va sumando.
Sola me siento de tanta orfandad.
Pero aquí estamos.
Terror del tanto tiempo que vendrá sumando ausencias que se suman al tanto tiempo que pasó.
Pero aquí estamos.
18 de setiembre. De hace ya tanto tiempo... Recuerdo todo en cruda cronología del dolor. Cada detalle, cada momento.

Sólo que ahora no tengo con quién recordarlo.


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