sábado, 30 de mayo de 2020

DESTIERRO PREVENTIVO

Hemos envejecido tantos siglos. Los días se nos fueron perdiendo entre una multitud añorada y se nos van acabando las palabras. Vamos arribando a la orilla exacta en la que comenzamos a olvidar la forma de las cosas, la tibieza del mimo, el frío de los corazones duros. Se nos escapa el horizonte como se escurren esos recuerdos preciosos que es mejor destruir para no extrañar. Se nos afirma la certeza de que quien llegue al final se nos escapará también porque las heridas de la lucha suelen no perdonar. Y nunca sabremos si la muerte final se desató voluntaria, ahogada en esa soledad insoportable de los días demenciales.



Nota: la foto es del espectáculo La Roca, de Cristina Escofet . - Año 2006 - Auditorio Bauen

jueves, 21 de mayo de 2020

HAIKUS EN PANDEMIA

No hay estrellas.
Ni besos ni caricias
sólo pandemia.

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A veces no veo
presente ni futuro.
Otras tampoco.

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En cuarentena
se ríe de nosotros
la bestia sutil.

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jueves, 14 de mayo de 2020

ATAQUE PANDÉMICO DE HAIKU



La soledad hoy:
vivir serenamente
soportándose

-_-_-_-_-_-_-

La noche fuera
desesperada busca
luna insomne

-_-_-_-_-_-_-

Dormiré sola
más soñaré con vos
y tu ternura

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Pandemia es hoy
una posibilidad
de encontrarse

-_-_-_-_-_-_-_-_-

Quién puede negar
que una metáfora
son miles universos

-_-_-_-_-_-_-

Silencio dentro.
Los pájaros descansan
y nada canta

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Estrella fugaz
La noche en silencio
con aislamiento

-_-_-_-_-_-_-_

En esta noche
me atacó pandemia
de soledades

MANOS EN CUARENTENA

Me arden las manos. 
No están enrojecidas ni tienen sarpullido alguno 
pero me arden hasta la locura.
No es el exceso de alcohol en gel. 
Ni de lavandina, ni de jabón.
No. Hace muchos días que no salgo.
Es el exceso de falta de caricias.

jueves, 7 de mayo de 2020

Diferencias en pandemia

Y una va aprendiendo la sutil diferencia entre apretar una mano y pestañear un suspiro. Que un codo puede ser el universo necesario. Que todo es hoy porque mañana es demasiado inseguro para planes y el futuro tiene forma de buñuelo sin freír. Que el tiempo puede caerse en la mitad y que el demasiado ha muerto en el intento. Que la luna puede reclamarle al sol un ramo de grandeza y que el arcoiris ha perdido su color más luminoso. Que esa maceta puede ser un jardín inabarcable y una playa sólo un granito de arena que duele en la comisura del sofá. Nos vamos dando cuenta de que somos mucho más fuerte de lo que pensábamos y que la sola idea de encontrar una flor en el palier nos libera el alma. Que valemos en la exacta medida de lo que somos y que aprender no tiene fin.

Stella Matute
Abril, 2020

Una Luna Llena de pandemia

Ojos de luna buscando más allá de la utopía. Soñando futuros similares a los que antes soñaban. Creciendo en lágrimas secas de miedo.
Ojos de luna escarbando en secretos olvidados, hurgando rincones sepultados.
Ojos de luna sobreviviendo miedos y amenazas, empañados de barbijo, respirando otros olores.
Ojos de luna mintiendo sonrisas de esperanza, agujereando mundos nuevos, barrenando olas de ilusiones.
Ojos de luna anhelando una felicidad que ya no será igual, inaugurando guiños a la almohada, calando pieles que no existen.
Ojos de luna atiborrados de ayer, huérfanos de abrazos, húmedos de antes.
Ojos de luna equilibristas en confines vanos, acróbatas de circo falso.
Ojos de luna, magos expertos en horizonte diáfano.
Ojos de luna... ¿Cuántas luna llena tiene una pandemia?
¿Cuántas pandemias caben en una luna llena?

lunes, 4 de mayo de 2020

Aislamiento -obligatorio-

Nos mandaron a casa y la vida se volvió un me gusta. O un corazoncito. Nos confinaron al ostracismo pero, terca, nuestra intimidad se abrió a muros y perfiles, a historias y estados. Mostramos nuestros dioses y demonios, destejiendo pudores,  y espiamos los ajenos por mirillas en red. Por allá, lo solidario chorrea mezquindades y un poco más acá un silencio generoso nos ofrece su oreja. Hay miedos que bordean egoísmos, egoísmos que tienen doble borde y palabras que bordan una sutil redecilla que sostiene y acuna. Un carnaval en cautiverio baila una murga de incertidumbres y se escuchan felicidades que a ritmo de tik tok enmascaran las angustias. Un zoom agiganta las carencias y lo demencial –hora a hora y gota a gota- se ha vuelto cotidiano.
Mientras, una hermanamiga sufre en silencio la batalla más dura, injusta y despareja de su vida y mis lágrimas desbordan la bañera, inunda mi balcón y caen en cataratas hacia la ciudad desnuda.

04/05/20