miércoles, 18 de enero de 2023

VÍSPERA

 


Hay una edad que agoniza  y otra que pulsa ser parida.

A la hora de la hora se detienen los relojes y se mezclan las edades.

Revoltijo de recuerdos.

El tiempo es un destiempo,
bienvenidas y despedidas van perdiendo los bordes. 

Se deshoja el calendario y cae un nuevo año en mi universo.

Las ausencias se presencian y hay presencias
que habitan un reloj de arena sin reverso.

Esa arruga, aquel pliegue, los olores perdidos de la infancia,
una amiga que lucha, otra que está sufriendo,
la sonrisa del hijo y su guitarra,
la muerte temprana de mi padre,
el quedarse dormida de mi madre,
la injusta muerte más temprana de mi hermana,
el misterio de la vida de mi hermano.

Descendencia, linaje, prole y casta. El largo camino de la espera.

Grito en el vacío de mi historia
y me pregunto
si vale hoy mencionar las carencias.
Mejor hablemos de esperanza, tan vieja como el mundo,
tan terca en su latido.

La vida se merece una esperanza, al menos una.
La vida está vigente y siempre cumple. Y hoy cumplo yo con ella.

La nueva edad está llegando, ya casi está aquí.
Debo aprender a amarla hasta lograr hacerla luminosa,
derribarle los miedos, atacarle las sombras,
acotar desconfianzas.
Mirarla bien de frente y desafiarla.

(Yo, casi cumpliendo años. 18/01/23 a media hora del 19)

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