lunes, 23 de septiembre de 2019

YA ESTÁS DESPIERTA EN MÍ

Me dicen que dormís... y que es muy improbable que despiertes.
No quiero creerlo. Prefiero no creerlo. Elijo no creerlo.
Porque si lo creo tengo que creer que, definitivamente, somos dos tontas.
Que nos pusimos tontas y como tontas que nos pusimos no priorizamos el amor.
Esta tristeza que tengo en este momento tiene que ver con el amor. Y si este amor existe ES, porque existe.
Porque somos, porque seguimos siendo en esos 25 años que reímos y lloramos tantas veces.
Y eso rescato y allí hago pie.
Vas a despertar porque estás despierta en mi a pesar de la distancia tonta que nos impusimos.
Te quiero, Esther.
Porfiadamente... así... como somos vos y yo.
Capricornianamente porfiadas, tercas y obcecadas.
Dormís, dicen.
Pero estás despertando porque ya estás despierta en mí.



domingo, 22 de septiembre de 2019

CAMARINES

Camarines...
Pequeños espacios de vida extraordinaria.
A veces hermosos, a veces horribles, a veces improvisados, a veces incómodos, a veces confortables. Fríos, calurosos, húmedos, amplios, pequeñísimos.
Siempre entrañables. Siempre alimentando expectativas, nervios, ansiedades.
Camarines...
El preámbulo de la fantasía.

Ahí estamos antes de enfrentar la oscuridad que nos devora debajo de las luces que nos protegen.
Camarines...




lunes, 2 de septiembre de 2019

La persona y el artista

En estos días de locura neoliberal, la decisión de Lucrecia Martel sobre no asistir a aplaudir la pelíula de Polanski vuelve a poner sobre el tapete ese temita sobre que hay que "separar al artista de la persona" como si eso fuera posible. En esta sociedad hipócrita y exitista la cuestión tiene sólo que ver con la celebridad... Yo siempre digo lo mismo: si el verdulero de la esquina de tu casa es un buen verdulero, lava su fruta y su verdura, la exhibe maravillosamente, jamás tiene mala mercadería, tiene buenos precios, es simpático... un buen verdulero, bah... pero te enterás de que violó a una piba ni se te ocurre pensar en "separar el oficio de la persona"... estoy segura de que sin dudarlo lo condenás y no le comprás nunca más. Polanski es un abusador -entre otras delincuencias-, Allen es un abusador... por muy lindas películas que hagan. Aplaudirlos y endiosarlos es revictimizar a sus víctimas. Es que vuelvan a sentirse abusadas. Y, fundamentalmente, que vuelvan a sentirse solas. Solas. Solas. Eso es lo que yo creo...