sábado, 11 de agosto de 2018

Sábado nublado


Hago añicos los muros, los sostenes, las piedras.
Tótems que sostienen la nada, que provocan el vacío, que batallan con lo absurdo.
Hay tanto llanto que el corazón se vuelve río, el alma, lago.
Dejo de convocar a la muerte para auyentar el castigo.
Invoco nuevas palabras.
Que se pronuncie el viento en el núcleo inaugural.
Que renazca.
Hay dolores que paren arcoíris.

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