sábado, 27 de marzo de 2021

CORREGIR UN RECUERDO

Regreso a pretéritos dolores que son errores, que son tropiezos, que son descuidos. Me asomo al abismo de mi eco de adentro con la intención de corregir antiguos incidentes. Corregir un recuerdo. Enmendar un olvido. Sobrevuelo aquella discusión enardecida… y sonrío. Recorro aquel dolor abandonado en la comisura de la lágrima… y sonrío. Deambulo por esa sombra de un error que me hizo daño, y sonrío. Danzo un poco al recordarme bandida en esa picardía de la que se me olvidó pedir disculpas. Y sonrío. Peregrino incluso por aquella oscuridad del día más oscuro de mi vida, y sonrío. Son distintas sonrisas, pero sonrío. Sonrisas. Hay melancolía en algunas, ironía en aquella, nostalgia en aquella otra, jarana en esa de más allá, franca tristeza en la penúltima… pero son sonrisas. Sonrío repasando historias ya pasadas que sí, tal vez, podrían corregirse en la añoranza. Sonrío. Entonces me doy cuenta de que los recuerdos no requieren corrección, no incluyen enmiendas…  porque se corrigen solos los recuerdos en el río a veces manso y otras veces turbulento por el que avanza ese barco vigoroso que llamamos vida. Entonces sonrío. Y soy río.

Stella Matute - marzo 2021

 

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