La que está entre Delia y mi madre (la segunda mirando de izquierda a derecha), es Silvia, mi cuñada.
Y digo mi cuñada porque lo sigue siendo aún cuando ya hace mucho tiempo que está separada de mi hermano.
Digo mi cuñada porque es mi forma de decirle Hermana.
Yo tenía 15 años cuando la conocí y al poco tiempo ella fue quien me hizo tía, pariendo a María Guadalupe, mi primera sobrina.
Ella fue quien se quedó conmigo en el caserón sanrafaelino cuando toda la familia se instaló en Buenos Aires por la enfermedad que finalmente le quitó la vida a mi padre.
Ella fue quien hizo todos los trámites para el velatorio de mi madre, muchos, muchísimos años más tarde.
Mujer sufrida, luchadora, guerrera.
Tengo con ella mil diferencias. Y con esas diferencias hemos construido un vínculo fraternal que no tiene fin. O al menos así lo vivo yo.
Ella es mi cuñada.
Hoy cumple 70 años.
Y yo le deseo lo mejor. Hoy y siempre.
Y aprovecho para agradecerle. Por todo.
Por todo.
(5 de abril de 2017)
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