Ella hoy lo hace público y entonces yo me siento habilitada a contar lo que más me perturba de esta cuarentena, de este aislamiento demencial que me deja confinada sin poder abrazarla.
Lo más injusto de estos días para mí es no poder acompañarla, estar con ella, envolverla con mis brazos, acunarla en ese abrazo fraternal y sororo que nos une desde hace ya muchos años.
Graciela es mi hermanamiga, la persona más solidaria que yo haya conocido en mucho tiempo, desinteresada, sonriente aún en las adversidades, solidaria, de brazos, casa y corazón siempre abiertos, de abrazos apretados y generosos, de risa franca. Es mi compañera de aventuras, de chismes, de carcajadas desmesuradas y de ríos de lágrimas. Es la peronista más peronista que he conocido. Es el sostén de Gertrudis. La Reina no hubiera podido contar su historia sin su cobijo, sin sus manos haciendo trenzas, arreglando utilería, inventando hilvanes, luchando contra molinos de vientos.
En estos días, tan intensos, sufro la injusticia de su enfermedad como algo propio, puteo al techo no poder ir a estar con ella... Este indescifrable misterio que es la vida me vuelve a desafiar con un por qué por qué por qué retórico e inútil.
A toda la incertidumbre y soledad que nos propone este virus invasor y violento le agrego mi desazón por la enfermedad de mi hermanamiga. O viceversa.
Sé que a ella le sobran fuerzas para darle guerra -como ella misma dice- pero igual me resulta injusto... muy injusto. Su enfermedad es de esas tropelías inexplicables que una sólo quiere que no estén sucediendo.
Te quiero hasta el infinito y más allá, Graciela Ramirez. Y te extraño en nuestras charlas, risas, mates, vinos, comidas, proyectos, enojos, conspiraciones, intimidades, artilugios, confesiones...
Y desde mis particulares creencias pido, ruego, exijo, cada día cada hora cada minuto, que pronto podamos abrazarnos como sabemos hacerlo.
miércoles, 29 de abril de 2020
Gustarme
Me he pasado la vida intentado gustarle a otras, otros,
otres. Primero, gustarle a mis padres, a mi abuela, mi hermana y hermano, a mi
tías y tíos, primas y primos, maestras, señoritas, compañeras y compañeros de
colegio, a la directora. Luego a los chicos, a las amigas, a jefas y jefes, a
los chicos, profesoras y profesores, más directoras y algunos directores, a los
chicos. Más tarde a vecinas y vecinos. Cuñadas, cuñados, sobrinas, sobrino, a
los hombres, al público, integrantes de elencos, autoras, autores, parejas,
hijo, marido, amigos de marido, familiares de marido, amigues de amigues… la
vida entera tratando agradar, ensayando sonrisas para otres, brindando
entusiasmos, ofreciendo y rindiendo pleitearías… Intentando gustar a todas y
todos, bah.
Hasta hace treinta días -los primeros quince fueron desconcierto
puro-. En este mes he jugado a gustarme a mí misma. Me he cocinado con amor, me
he dedicado entusiasmos, me he comprado algún rico vino, me he consolado
frustraciones, me he ofrecido un brindis –o varios-, me he secado lágrimas, me
he coloreado el alma, me he mirado desde la platea, me he aplaudido payasadas,
me he inventado un protagónico sólo para mi. Y, la verdad, me estoy gustando.
(Igual para el zoom me puse rimmel)
29/04/20
(a 45 días de aislamiento)
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sábado, 18 de abril de 2020
Sueño de pandemia
¡¡¡Coooooo-ro-na-virus laputaqueteparióoooooo!!!! ¡¡¡¡Coronaviiiiiiiirus laputaquetepario!!!! ¡¡¡¡Corona-virus-laputaqueteparió!!! ¡¡¡Coronavirusla-pu-ta-que-te-parió!!!! CAAAANTEEEENNNNNN ¡¡¡Coooooo-ro-na-virus laputaqueteparióoooooo!!!! ¡¡¡¡Coronaviiiiiiiirus laputaquetepario!!!! ¡¡¡¡Corona-virus-laputaqueteparió!!! ¡¡¡Coronavirusla-pu-ta-que-te-parió!!!! ¡¡¡Coooooo-ro-na-virus laputaqueteparióoooooo!!!! ¡¡¡¡Coronaviiiiiiiirus laputaquetepario!!!! ¡¡¡¡Corona-virus-laputaqueteparió!!! ¡¡¡Coronavirusla-pu-ta-que-te-parió!!!!
La columna entra por Diagonal Norte y yo estoy a la altura de lo que hasta hace poco fue el Teatro del Pueblo. Lloro yo. A mares, lloro. Y canto. Canto desgañitada en ese canto. Salto como salto siempre cuando estoy en las marchas... con los dedos en V bien en alto. De golpe, de la muchedumbre, abriéndose paso a los empujones se desprende mi viejo. ¡¡¡Eeeeestelitaaaaaaaaquélindaqueestásssss!!!! me grita de lejos como cuando de niña yo lo esperaba en la puerta de casa que él regresara del trabajo. "Ya estoy grande viejo, qué hacés acá" le pregunto como si fuera algo cotidiano y lógico ese encuentro. "Ayudo", me contesta. "Ayudo a sanar. Cantá hija, cantá, que el virus se asusta con el canto".
¡¡¡Coooooo-ro-na-virus laputaqueteparióoooooo!!!! balbuceo mientras lo pierdo en la multitud.
Y me despierto.
La columna entra por Diagonal Norte y yo estoy a la altura de lo que hasta hace poco fue el Teatro del Pueblo. Lloro yo. A mares, lloro. Y canto. Canto desgañitada en ese canto. Salto como salto siempre cuando estoy en las marchas... con los dedos en V bien en alto. De golpe, de la muchedumbre, abriéndose paso a los empujones se desprende mi viejo. ¡¡¡Eeeeestelitaaaaaaaaquélindaqueestásssss!!!! me grita de lejos como cuando de niña yo lo esperaba en la puerta de casa que él regresara del trabajo. "Ya estoy grande viejo, qué hacés acá" le pregunto como si fuera algo cotidiano y lógico ese encuentro. "Ayudo", me contesta. "Ayudo a sanar. Cantá hija, cantá, que el virus se asusta con el canto".
¡¡¡Coooooo-ro-na-virus laputaqueteparióoooooo!!!! balbuceo mientras lo pierdo en la multitud.
Y me despierto.
Sábado 18-04-20
viernes, 17 de abril de 2020
La forma de las cosas
Me cuesta encontrar la forma de las cosas.
Lo que alguna vez fue un florero es hoy un puñado de promesas. Aquello que era la puerta de mi casa, es ahora un límite entre la vida y la muerte. Los diecisiete escalones que me separan del ascensor se han convertido en un abismo estrecho hacia la nada.
Me cuesta encontrar la forma de las cosas.
Mis manos se han vuelto cien-pies que amenaza y la simple tarea de comprar comida, un hueco corroído. Bañarse es sólo un salvavida. el trabajo una promesa, nuestra casa la única vacuna, los amigos una nostalgia, el abrazo un horizonte. y el horizonte un imposible.
Me cuesta encontrar la forma de las cosas.
Las horas no tienen tiempo y el tiempo es un insípido transcurrir de horas. La rutina es un disfraz patético de tenacidad que hiere. Vivir se ha vuelto un inútil devenir de encierro y lo cotidiano un dolor paseando por nuestros huesos rotos. El porvenir es una ciclópea faena de sanear.
Las palabras se han vuelto la única realidad sin miedo...
Me cuesta encontrar la forma de las cosas.
Lo que alguna vez fue un florero es hoy un puñado de promesas. Aquello que era la puerta de mi casa, es ahora un límite entre la vida y la muerte. Los diecisiete escalones que me separan del ascensor se han convertido en un abismo estrecho hacia la nada.
Me cuesta encontrar la forma de las cosas.
Mis manos se han vuelto cien-pies que amenaza y la simple tarea de comprar comida, un hueco corroído. Bañarse es sólo un salvavida. el trabajo una promesa, nuestra casa la única vacuna, los amigos una nostalgia, el abrazo un horizonte. y el horizonte un imposible.
Me cuesta encontrar la forma de las cosas.
Las horas no tienen tiempo y el tiempo es un insípido transcurrir de horas. La rutina es un disfraz patético de tenacidad que hiere. Vivir se ha vuelto un inútil devenir de encierro y lo cotidiano un dolor paseando por nuestros huesos rotos. El porvenir es una ciclópea faena de sanear.
Las palabras se han vuelto la única realidad sin miedo...
Me cuesta encontrar la forma de las cosas.
Viernes 17/04/20 - a 30 días de cuarentena
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miércoles, 15 de abril de 2020
Hallazgo en aislamiento
Y cuando una menos lo espera, desde el fondo del tesoro aparece un texto que no recordaba que existía... que no sabía que tenía en mi poder. Y aparece ella con la fuerza de su ausencia. Ella, siempre presente se hace más presente. Qué alegría me dio encontrar esa hoja amarillenta con su firma.
Querido amigo, amante, camarada
Usted tiene
idea de cómo se lo extraña?
Sabe del
aire cuando se pone denso
Apenas
respirable?
Sabe del
sol cuando ensucia las cosas
En
vez de iluminarlas?
Y de la
lluvia amarga?
Y de las
flores secas recién despimpolladas?
De las
plantas sin verdes?
De la
luna enlutada?
De un
vacío al costado
Y
un corazón distante?
De andarse
cuerpo a tierra
Aunque
nadie lo mande?
De las
manos ardiendo
tan lejos de
la brasa?
De la
sangre en contramano?
De ojos
desparejados?
Del desaliento
agitado?
Todo se
me desarma
Téngame
más respeto!
No le
exagero nada!
Deje de sonreírse
Y
devuélvame el alma!
MARÍA DELIA MATUTE - 1987
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Delia. Crónica de un abrazo,
María Delia Matute
martes, 14 de abril de 2020
SOÑAR EN TIEMPO DE PANDEMIA
“El virus mata. Siempre mata o -al menos- enferma. Si no te mata los pulmones, te mata lo cotidiano. Si no te enferma el cuerpo, te enferma el alma. Esta es una guerra en la que el virus está ganando todas las batallas. Hacen falta ejércitos de voluntades fuertes para empezar a derrotarlo.” Mi madre, sentada sobre la baranda de mi balcón con una serenidad de equilibrista milenaria, me decía esto en un sueño del que no quería despertarme. “Llévame con vos, mami”, dije con ganas de volar, no de morir.
Era mi madre pero tenía el aspecto de mi hermana.
“No es hora, todavía tenes que formar parte de uno de esos ejércitos. Y la voluntad se construye, no es voluntaria”.
Yo sabia que era un sueño. Y a la vez no. Pero puse voluntad y abrí los ojos.
Era mi madre pero tenía el aspecto de mi hermana.
“No es hora, todavía tenes que formar parte de uno de esos ejércitos. Y la voluntad se construye, no es voluntaria”.
Yo sabia que era un sueño. Y a la vez no. Pero puse voluntad y abrí los ojos.
Martes 15 de abril del año del aislamiento...
lunes, 13 de abril de 2020
Zoom Todopoderoso
Zoom nuestro
que estás en la nube
internetizado sea tu nombre
venga a nosotres
tu plataforma
hágase la reunión
así en mi casa
como en mi clase
perdónanos nuestro abuso
así como nosotros
perdonamos el aislamiento
no te cuelgues
a pesar de la banda
no nos dejes caer en la incomunicación
mas líbranos del aburrimiento
que estás en la nube
internetizado sea tu nombre
venga a nosotres
tu plataforma
hágase la reunión
así en mi casa
como en mi clase
perdónanos nuestro abuso
así como nosotros
perdonamos el aislamiento
no te cuelgues
a pesar de la banda
no nos dejes caer en la incomunicación
mas líbranos del aburrimiento
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Sueño de pandemia
Me despertó el sonido del portero eléctrico. Tratando de sentarme miro la hora: las 6.33. Me asusto, me apuro. Desde la calle me llega la voz de Alberto diciéndome que venía a terminar la organización de la Marcha. ¿Qué?, pregunto intentando recordar algo que había olvidado. "Me abren, subo" me dice la voz aflautada y serena que tanto amo. Trastabillo, intento ponerme un pantalón que haga juego con el remerón que usé para dormir, voy a lavarme los dientes mientras me emprolijo el pelo con los dedos. Al mismo tiempo, trato de recordar lo de la Marcha. Sé que se va a enojar porque no me acuerdo nunca de nada.
Dos timbrazos insistentes terminan de despertarme.
"No, hoy no necesito soda", le contesto al sodero y me reprimo el laconchadetumadre.
Vuelvo a la cama. Mi gato ya se acomodó en el calorcito de mi sueño. El reloj dice claramente 8.25. Desde afuera llega un ensordecedor silencio de domingo. Pero es lunes que inaugura una nueva semana de aislamiento.
Dos timbrazos insistentes terminan de despertarme.
"No, hoy no necesito soda", le contesto al sodero y me reprimo el laconchadetumadre.
Vuelvo a la cama. Mi gato ya se acomodó en el calorcito de mi sueño. El reloj dice claramente 8.25. Desde afuera llega un ensordecedor silencio de domingo. Pero es lunes que inaugura una nueva semana de aislamiento.
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viernes, 3 de abril de 2020
Diario de pandemia
Quisiera llevar un diario de estos días pero se no sé cuándo es la mañana y cuando la noche y viceversa. Los recuerdos acunan dolor y las noticias respiran muertes. El sol le mezquina luz a la luna y las estrellas fugaces caen en pozos ciegos. Abro el cuaderno y sus hojas son cenizas. Quisiera escribir un diario. Pero no puedo.
03-04-20
03-04-20
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miércoles, 1 de abril de 2020
Esperanza de pandemia
Buenos Aires
gris
silencio azul
fantasma rojo.
Vendrá a la vida
canto negro y tango
por 9 de julio.
Se teñirá de oeste
preñada rosa de pétalos violentos
Y nacerá al pan cotidiano
una mañana.
Esperanza de
Pandemia solitaria
gris
silencio azul
fantasma rojo.
Vendrá a la vida
canto negro y tango
por 9 de julio.
Se teñirá de oeste
preñada rosa de pétalos violentos
Y nacerá al pan cotidiano
una mañana.
Esperanza de
Pandemia solitaria
Aislamiento
Hoy
que la luz del día
le anda pidiendo
a la tiniebla
que no le haga
sombra,
mi anhelo es
que las galaxias
oscuras
guarden en sus límites
la luz total.
(01-04-20 )
que la luz del día
le anda pidiendo
a la tiniebla
que no le haga
sombra,
mi anhelo es
que las galaxias
oscuras
guarden en sus límites
la luz total.
(01-04-20 )
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