Un lamento sufriente como el tic tac acompasado le llegó desde el otro lado de la puerta. Se asomó, entre curioso y asustado. La llanura era casi abstracta como vista en un sueño. La imponente silueta de una mulata recortaba el verde inmenso. Lloraba con un llanto niño y sonreía al mismo tiempo como quien recuerda una picardía. Enttró sin pedir permiso. Él escuchó la ternura de su sonrisa y olió el color de su pelo brillante. Ella lo miró atrevida y movió su cuello de pantera. Él no pudo resistirse. Lanzó al aire un suave gesto, impredecible como la humedad de su boca. Ella se dejó amar en un lenguaje intraducible como la música.
Cuando despertó, tras el marco de la puerta se balanceaba la luna en el horizonte. El sonido de la noche era lo único que podía oirse.
Buscó en cada incón con la suerte de un pájaro herido. Lloró de soledad y lamió una inútil, e ingenua, venganza contra la almohada humedecida.
(ejercicio de taller literario, con algunas imágenes del cuento El Fin, de J.L. Borges)
viernes, 14 de noviembre de 2014
martes, 7 de octubre de 2014
De edades y realidades
¿Te acordás cuando yo cumplí 40 años? Desde tu joven segunda década vos me veías como una vieja casi decrépita. Bueno... en ese tiempo me sentía yo tan joven como vos te sentís ahora, que estás por cumplir esos caducos 40 años que tus ojos veían.
Es bueno tenerlo en cuenta...
Porque yo me siento ahora todo lo joven y enérgica que vas a sentirte vos cuando llegues a esta edad que hoy me ampara.
Salvo las rayitas de la cara, los dolores del alma, el peso de los tobillos, la falta de paciencia, algunos olvidos, algunas ausentes presencias, los persistentes recuerdos y algún que otro achaque en el cuerpo... salvo todo eso, soy la misma de cuando transitaba aquella misma joven segunda década desde la que vos mirabas mis antiguos cuarenta. Tengo las mismas ganas, algunos sueños renovados, un futuro que se me presenta incierto, algunas cuentas pendientes...
Relatividades de los espejos, dicen que se llama...
(p.d. Inútiles reflexiones un poquito resentidas...)
Las maravillosas imágenes son del fotógrafo Tom Hussey.
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miércoles, 24 de septiembre de 2014
De amores y descuidos
A veces un poco de amor propio
es lo único que puede rescatarnos
de los descuidados amores
que nos rodean...
es lo único que puede rescatarnos
de los descuidados amores
que nos rodean...
jueves, 4 de septiembre de 2014
Chau, Gustavo
Es que una ya se había despedido. Íntimamente, entrañablemente, con un asombro doloroso surcando el alma anonadada. Y escuchamos su música y anotamos sus frases y rogamos. Pero la esperanza no sabe de voluntades y el tiempo fue alentándonos en un absurdo compás de espera. Y llegó el día. Finalmente él lo supo y nos lo hizo saber con certeza. Pero una ya se había despedido antes de esperanzarse inútilmente. Entonces no sé dónde poner esta pena forastera, casi extravagante de tan envejecida...
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domingo, 17 de agosto de 2014
PARA. MONI, hermana del alma...
Arrancá las horas del calendario, sonriente y plena. Es domingo y ya estás amasando nuevos años, nueva década.
Qué difícil es mirar al tiempo sin esquivarle la cara. Pero siempre tenemos otra mejilla para recibir muchos besos. Siempre hay alguna amiga, yo en este caso, dispuesta a desparramar festejos, brindis y abrazos para que surja de ahí el secreto del vuelo de los pájaros. Pero resulta que ya sabés volar y estás en pleno vuelo.
El tiempo es mucho más que el tiempo, Moni. El tiempo es eso que vamos construyendo. Y acá estás, rodeada de hija y nietas, escoltadas por amigos y hermanas del alma. El tiempo nos muestra de dónde venimos, a dónde vamos y también a dónde hemos llegado.
A esta altura de la vida, es un lujo estúpido hacer un balance de lo que nos falta. Es mejor, imprescindible, inventariar lo que tenemos. Y vos sos una maestra de eso. Tu “haber” rebalsa de amores y risas. Y el “debe” se ha ido diluyendo con tus logros.
Te admiro, Moni.
Privilegiada me siento de haber caminado a tu lado un poco más de la mitad de tu vida. Hemos compartido desde grandes alegrías a grandes tristezas. Desde grandes festejos a grandes dolores. Hemos estudiado juntas, hemos vivido juntas, hemos trabajado juntas. Hemos tenido a nuestros hijos en el mismo tiempo, nos hemos acompañado… Hemos peleado y nos hemos alejado. Y nos hemos reencontrado en la maravilla del amor inalterable. Has sido amiga de mi hermana y te has hermanado con mis amigas… Sos un sostén en mi camino. Y anhelo ser el puntal que necesites en el tuyo. Envejecer juntas y seguir riendo a carcajadas por pavadas, empachadas de recuerdos. Eso quiero.
Donde vos estás sucede la risa. Y la ternura.
Te quiero. Tanto.
¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!! ¡¡¡FELIZ DÉCADA!!! ¡¡¡FELIZ VIDA!!!
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martes, 29 de julio de 2014
Los tiempos cambian, cambian los sonetos
Si para reprimir lo reprimido
Tuve que atacar primero lo atacado
Si para defender lo defendido
Tuve que asesinar lo asesinado
Si para estar ahora ajusticiado
Fue menester primero haber sufrido
Tengo por bien sumido lo sumido
Tengo por bien negado lo negado
Porque después de todo he comprendido
Que para gozar bien de lo robado
Fue necesario haberlo sustraído
Porque después de todo he comprobado
Que la soberbia de lo hoy vivido
Viene de lo que hay amortajado.
(Mi versión Siglo XXI del
Soneto de Bernardez)
martes, 22 de julio de 2014
Odio a MOVISTAR
MOVISTAR desde hace meses me ha estado cobrando un plan más caro que los planes actuales. El operador, que intentaba ser simpático a pesar de mis puteadas, me explicó que "mi plan " era un plan viejo y caduco y que, efectivamente, hay planes nuevos mas económicos y con mejor servicio. Anti mi estupor y mi enojo, me dice: "Hubo campañas televisivas ofreciendo los nuevos planes".
Le digo: "Soy clienta de Movistar desde hace 12 años. ¿Te parece que me tengo que preocupar por ver las campañas televisivas que le ofrecen a quienes no son clientes de Movistar".
Me dice: "Pero si usted viera las campañas se enteraría de los cambios".
Lo putée... No pude no hacerlo. Si yo no hubiera llamado ni me entero que estoy pagando demás... Desde hace meses he estado pagando de más.
Conclusión: ahora pagaré 100 pesos menos por un supuesto mejor servicio que el que hasta ahora tenía. Oooodio a Movistar, a Telefónica y a todas esas malditas empresas que nos tienen cautivos de sus abusos.
Lo dije. Lo grité. Lo "alarideé" ... No se puede creer que estemos en manos de empresas tan desleales, tan corruptas. Somos presos de ellas. Nos bastardean, nos humillan.
martes, 15 de julio de 2014
25 años
25 años
25 años es mucho tiempo.
Y un instante.
Puedo sentir ahora el primer calorcito de su piel sobre la mía. Pude oler recién aquel olor pequeño de su minúsculo pelito; y oír aquí los flamantes berridos, dulces e indignados.
Sin embargo, disfruto a diario de su madurez y sus talentos.
Disfruto siempre de la seriedad de su palabra.
Inauguro saberes de su sabiduría cotidiana amasada en este cuarto de siglo compartido.
He aprendido, desde aquel 12 de julio, más, mucho más, de lo que he enseñado.
No hay amor que se le compare ni mirada más profunda que la suya.
Cumple años. Y me enarbola en madre nuevamente.
Gracias, hijo.
(12-7-2014)
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martes, 8 de julio de 2014
Ir creciendo...
"La harina debe estar tamizada", decía mi madre, y
ella casi siempre sabía lo que decía. Pero yo intuyo que lo mejor es tener el
alma tamizada. Si no es imposible. O por lo menos para mi hubiera sido
imposible. Hube de tamizar dolores, lagrimeos y sollozos para poder meter las
manos en la masa.
Un poco de harina, tamizada por supuesto, y cien recuerdos;
ocho cucharadas de grasa y mil imágenes; agua tibia con sal a gusto y aquel
perfume dulzón del heno de pravia.
Imprescindible la melancolía de la lluvia y necesario este
frío que congela. Requerida la visita del retoño e ineludible la emocionada
mirada del siempre compañero. Descuelgo la negra sartén de edad antigua, sin
nada de cerámica y teflones, teñida con el fuego de otros tiempos.
Quizás queden saladas de mis lágrimas, estas a las que hoy
me animo. Quizás queden pringosas de carencias. O tal vez empalagosas de
morriñas.
Pero ya es hora. Porque ya no están quienes lo hacían.
Y amaso hasta oler aquel olor y encuentro el punto justo en
la fritura.
Y se parecen.
Les falta sólo aquel bullicio alrededor, aquel sonido a
familia numerosa.
Pero el hijo sonríe tiernamente y el compañero acompaña con
recuerdos a sus sabores propios.
Entonces las descubro. Mi abuela, mi madre y mi hermanucha
me miran sonrientes haciendo equilibrio desde el alto estante de tesoros. Se me
antojan orgullosas de esta "menor" que, resistente, se va diplomando
de cabeza de familia.
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miércoles, 11 de junio de 2014
"Las manos de mi madre"...
"Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo diría
"te quiero" y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes."
(Gabriel García Márquez)
Mi madre era una artesana. Magnífica artesana de manos de águila. Podía tejer mantas, chales, carpetas, carpetitas, posavasos, pañoletas, escarpines, saquitos diminutos y enormes, sombreros y gorritos; hacía vestidos, camisas, sacos, pantalones, pantaloncitos, enteritos y chalecos, disfraces y vestuarios, y también podía reciclar la ropa vieja y dejarla más que nueva; podía convertir las punteras de medias rotas en simpáticos monederos; pintar una heladera con flores, convertir sachets de leche en prolijas hebras para tejer divertidas alfombras o bolsas para algodón o capelinas; la he visto hacer alhajeros con cascaras de naranjas secas, macetas con botellas y enormes colchas con pedacitos de telas...
Creativa cocinera podía hacernos creer, en aquellos sanrafaelinos años de mi infancia, que sencilleces baratas eran sofisticados manjares; su minestrón era inigualable, sus bocaditos de acelga y espinaca se deshacían en la boca y sus "papas en ravanera": únicas.
Cuidadosa en extremo, al momento de su muerte conservaba intactos los juegos de vajilla y de té que le habían regalado en su casamiento, seis décadas atrás contando.
Hace 6 años, el lunes 9 de junio no despertó y el jueves 12 partió al eterno misterio. Este año esas fechas se repiten exactas, y me la devuelven en ritmo de tristeza.
La extraño dulcemente... Abuela y bisabuela, cumplió el ciclo completo de esta no menos misteriosa vida. Vivió una vida simple, empeñandose siempre en "no molestar". Y se fue como quería, sin molestar... Pero dejando un halo de infinita pena.
La extraño suavemente. Y la recupero a diario en sus tejidos, en la tibieza del chal, el florero sobre su carpeta, la calidez de una manta, la generosidad de un mantel, en el olor a la sopa de verduras, en el picante (prohibido) del caldillo chileno o en un abundante café con leche con pan adentro. Conservo y protejo cuidadosmente su divertida terminología mitad española (herencia de su madre) y mitad mendocina.
No... No está con Delia ni con mi padre. No creo en eso. Los tres están para siempre en mi y en todos los que los amaron y recuerdan. Por eso me empeño en cultivar recuerdos.
Y hoy, en el aniversario de su muerte, me tomó esta licencia: "Te quiero, mami. Y te extraño."
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martes, 6 de mayo de 2014
De sueños y recuerdos
Tuve un sueño.
Soñé con Delia. Ella era una niña y tenía un bebé en brazos. El bebé era yo. Por esas cosa extrañas de los sueños, yo (la de ahora) también estaba en el ahí y las miraba. Era claro que yo era un bebé pesado para el menudo cuerpo de Delia, pero ella reía e intentaba bailar conmigo en upa. Me daba besos (a mí, bebé); y yo, la de ahora, los sentía en esta Stella dolorida de hoy. En el sueño yo sabía. Y no. La de hoy sabía, la bebé disfrutaba. Desperté muy conmovida y sintiendo el calorcito de su cuerpo en el mío. Cuando terminé de despertarme me di cuenta de que no tuve un sueño.
Tuve un recuerdo.
Soñé con Delia. Ella era una niña y tenía un bebé en brazos. El bebé era yo. Por esas cosa extrañas de los sueños, yo (la de ahora) también estaba en el ahí y las miraba. Era claro que yo era un bebé pesado para el menudo cuerpo de Delia, pero ella reía e intentaba bailar conmigo en upa. Me daba besos (a mí, bebé); y yo, la de ahora, los sentía en esta Stella dolorida de hoy. En el sueño yo sabía. Y no. La de hoy sabía, la bebé disfrutaba. Desperté muy conmovida y sintiendo el calorcito de su cuerpo en el mío. Cuando terminé de despertarme me di cuenta de que no tuve un sueño.
Tuve un recuerdo.
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María Delia Matute
martes, 29 de abril de 2014
Amores Gatos
Para ellos, mis amores peludos... Cariñosos, leales, queridos, atrevidos, mimosos, curiosos, entrañables, invasores, inquietos, curiosos, movedizos, silenciosos, adorables, insoportables, imponentes, desquiciados, cálidos, sensibles, compañeros, amados, imprescindibles...
Para ellos, mis Amores Gatos. Para el que no está y extraño, para el que está y disfruto...
¡¡¡¡FELIZ DÍA Y GRACIAS POR LA BELLA COMPAÑÍA!!!!
lunes, 14 de abril de 2014
20 meses, tiempo sin tiempo
Este tiempo sin tiempo que recorro atraviesa mi alma entumecida, ahora alma incompleta por doliente, que no encuentra consuelo ni socorro. Un vacío colmado de presencia me debate entre risas y pesares, pero impone su ausencia en alarido mientras la vida avanza, tenaz y endurecida.
No tengo recuerdos más que mis recuerdos y a ellos me aferro dolida y obstinada.
Visito algunos bares, releo algunos libros y cada noche va mi mano por debajo de la almohada. Sueño que sueño y que la encuentro y que me sana de nuevo su palabra. Pero despierto siempre entre sollozos, con el alba tercamente atormentada.
Sola de una soledad desconocida, quiero que vuelva y que me abrace. La convoco cada hora, cada día la pienso, cada domingo repudio ese domingo, el del zarpazo brutal definitivo. Y cada 13 calendario me encuentra acá, desde hace 20 meses, escribiendo, en vano intento de detener el tiempo.
Este tiempo sin tiempo que recorro. Y que atraviesa mi alma entumecida.
13 de abril, a 20 meses.
viernes, 11 de abril de 2014
Chau, Alfredo. Gracias.
Una vida completa. Íntegra de toda integridad. El porte de un príncipe, la sabiduría de un rey, la humildad de un mendigo. El talento de un grande, la lealtad de un amigo. Un brillo encandilante, una sonrisa franca, una timidez inexplicable.
¿Un sol, dicen? Mucho más que eso. Un ser humano que supo ser humano. Un actor que supo recorrer los escenarios con la comodidad de quien anda en la intimidad de su casa. Un compañero que supo ganarse el amor de todos en un camino donde los enemigos están siempre esperando en la banquina.
El teatro argentino adolece ahora de su Israfel y se ha quedado atado para siempre “de pies y manos". Ha muerto su Rey Lear y en este “final de partida” ya no tendrá quien campee “la tempestad” que acarrea el dolor por “la muerte de un viajante”.
El cine argentino se ha quedado sin su diablo más hermoso y más amado, y también sin su santo de la espada.
No se fue de viaje ni se fue de gira.
Si se hubiera ido de viaje o de gira estaríamos contentos.
Pero se murió y por eso estamos tristes. Tan tristes.
Se nos ha ido el mejor de todos.
Ojalá existiera ese lugar en el que entrando por “los caminos de Federico” a ese "largo viaje de un día hacia la noche" lo reciba un emocionado Hamlet y lo ayude a subir al merecidísimo escenario de la eternidad.
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miércoles, 2 de abril de 2014
2 de abril
2 de abril de 1983, cerca de mediodía.
Subimos apuradas al subte. Conseguimos asiento. El tren no arranca y nos inquietamos. Por los altoparlantes anuncian un minuto de silencio en homenaje a los caídos en Malvinas. Algunos nos ponemos de pie y reina el silencio sobre las miradas tristes que nos cruzamos entre desconocidos.
Sube precipitosamente una pareja que desconoce la situación. La mujer, muy vertiginosa, se asoma hacia el anden a la voz de "quéestápasandoque'stonoarrancaporquélagente'stáparadaque'sloquepasa". Mira a su acompañante azorada y antes de que vuelva a hablar Delia le toca el brazo y le dice tan o más rápida que ella: "estamos haciendo un minuto de silencio por Malvinas". La mujer, entonces larga un sonoro aaaaahhhhhhhhh y le dice a su mudo interlocutor: "claroeselaniversariodelaguerraaaa..." Delia vuelve a tomarle el brazo y lanza un contundente "¡CÁLLESE!" La mujer enmudece y pasa el minuto de homenaje. Se cierran las puerta y el subte arranca. La mujer echa una furia se lanza contra Delia. "Peroquesehacreidocómomeva'blarasíquiensecreeque'sss"
"Disculpe señora es que un minuto pasa muy rápido y usted seguía hablando".
"Igulaustednotienederechodehablarmede'semodo".
"Disculpe señora."
"Quédisculpenidisculpe...".
A lo que Delia otra vez contundente espeta: "perdón, ¿Usted tiene algún ser querido caído en Malvinas?"
La mujer se queda demudada y balbucea: "no! gracias a dios no".
"Bueno, yo tengo 3000 hermanos. Será por eso."
Aplausos de algunos. Furia silenciosa de la señora. Orgullo mío. Satisfacción de gran parte del vagón.
Esa era Delia.
Por todos esos hermanos que lucharon y murieron por el territorio usurpado y nos devolvieron la Democracia: UN MINUTO DE SILENCIO.
jueves, 27 de marzo de 2014
Ajenidades añejas
Hay días que de tan ajenos te dejan en el fin de la tibieza. Hoy es uno de esos días.
jueves, 20 de marzo de 2014
Otoño
El otoño es para mí como una de esas prendas de algodón y seda, que se te adhieren al cuerpo suave, afable, amorosamente. Esas prendas que uno cuida especialmente y que despiertan una sonrisa al solo tacto. Y que se acomodan dulcemente a medida que las vas anidando.
sábado, 8 de marzo de 2014
8 de Marzo
No nos regalen bombones ni flores. No nos digan Feliz Día, si no quieren. Borren del almanaque la conmemoración. A cambio les pedimos que dejen de quemarnos, de pegarnos, de vendernos. Déjennos decidir qué hacer con nuestro cuerpo. Déjennos tener las mismas oportunidades. Dejen de relacionarnos con electrodomésticos o frivolidades. Dejen de pensar que si no estamos con un hombre estamos "solas". Dejen de considerar que si nos separamos debemos "rehacer" nuestras vidas.
Y recuerden: "los hombres hacen cosas importantes. Las mujeres también: hombres y mujeres, por ejemplo."
Disfruten de este día las valientes, las luchadoras, las repensadas, las solidarias, las poetas, las caudillas, y aquellas que soportan porque aún no se han enterado.
viernes, 7 de marzo de 2014
La tía Julia
Tía Julia... Mi querida tía Julia... La más buena de todas las tías... la
preferida, la única, la apasionada, la que luchó por ser feliz y lo consiguió
en los arabescos talentosos de sus pinceles.
Su pasión... Convencida soy de que lo único que nos salva
es la pasión por lo que hacemos... Y ahí estuvo ella, querida tía Julia, para dejar testimonio.
Enfrentó a su tiempo. Se rió de las miradas de
soslayo y pintó, pintó, pintó, pintó. Expuso sus obras hasta el año pasado,
cuando cumplió 97.
La he admirado tanto.
Los aromas de su casa, mezcla de comida con óleos y bencina, fueron
elemento primordial de los años de mi infancia. Allá, en el mundo intenso de su
patio aprendí que hay que luchar por los
sueños. Que hay que cerrar los puños, apretar los dientes y arremeter, si es
necesario.
Celebro su pasión, su garra, su esfuerzo, su tenacidad, su valentía,
que han sido la cuna de su arte. Celebro su vida. Completa. Íntegra.
Hijos, nietos y bisnietos lloran hoy la mala jugada que su añejo
corazón le hizo a su sonrisa joven.
Mi tía Julia...
La más querida, sin duda alguna.
La que abrió caminos.
La que se atrevió a defender ideales.
La que enseñó a construir sueños.
La de las empanadas más ricas del mundo.
La de la risa fácil y las muchas palabras.
Mi tía Julia...
97 años activos, felices, coloridos...
Pintora incansable.
Inmensa artista.
Tan querida... tan querida...
Gracias por tu vida. Luminosa y diáfana.
Gracias.
Chau.
Te quiero. Te abrazo. Te admiro desde el alma.
la-eStellita.
sábado, 15 de febrero de 2014
Todo concluye al fin... Pa volver a empezar
Último día de Montaña Encantada...
Silencio, acomode, reflexión y emociones.
Verdes, pájaros, mariposas... Un mate y un picaflor que se acerca y regala una húmeda sonrisa. Alejandra, generosa como siempre, acompaña y alumbra.
La levedad del aire, la abundancia de la tierra, el resplandor del fuego y la sonoridad del agua... Exquisita y perfecta sinfonía de este Plan Incomprensible que contiene, que nos abarca, que nos rodea, que nos abraza... Y allí nuestros dolores y nuestras alegrías... Nuestros amados y nuestros amores... Nuestras presencias y nuestras entrañables ausencias... Los rencores y las dichas... Lo espléndido y lo oscuro.
Excedida en emociones por esta encantada montaña que encanta, que ofrece, que convoca...
La vida... Esta nave que va, va, va, va... Y en ella yo... Y todos mis yo, que son los otros... Todos mis otros que son yo...
(Sábado 15 de febrero... Montaña Encantada, Centro de Yoga, Garopaba, Brasil)
viernes, 24 de enero de 2014
Ángeles
Cuenta una leyenda que "cada ser humano viene con una cantidad de ángeles coronando su frente. Esos ángeles vuelan alrededor de nuestra cabeza protegiéndonos. Cada vez que agachamos la cabeza frente a una injusticia o decimos un sí indigno (el gesto del sí es mover la cabeza hacia abajo) uno de esos ángeles se cae y se estrella contra el piso... Si queremos morir con la misma cantidad de ángeles con la que nacimos, no debemos ni agachar la cabeza frente a la injusticia ni decir sí indignos... Y finalmente, tenemos que saber que la cantidad de ángeles que coronarán nuestra mortaja dependerá de la cantidad de veces que lo hayamos hecho..."
Cuenta una leyenda... no sé si es cierto...
miércoles, 22 de enero de 2014
Gastón Barral, ¡compañero!
Barral era vertiginosamente charlatán... Los que tuvimos la
alegría de conocerlo hemos disfrutado, y sufrido, de ese rasgo tan
característico de su personalidad... También hemos sido bendecidos por su
simpatía, por su solidaridad, por su compromiso...
Gastón era un compañero. En toda la dimensión de esa
palabra.
Gastón era un preocupado y un ocupado por la Cultura
Nacional y Popular. Un constructor de la cultura de nuestra Patria, como le
gustaba decir cada vez que tenía un micrófono delante...
A Gastón, muchos de nosotros, tenemos la obligación de
agradecerle su oficina siempre abierta, su cafecito siempre dispuesto y su
agenda siempre humanitaria para ofrecernos un espacio donde mostrar nuestros
trabajos.
Dicen que ha muerto...
Yo no lo creo. No quiero creerlo. Me resisto, como siempre
frente a las injusticias, a pensar que voy a adolecer de su sonrisa, de su
ayuda, de su charla... Me resisto a aceptar que la maldad humana puede ser tan
mala...
Este último mes, desde el 18 de diciembre en el que por
suerte compartí con él y con tantos la generosa cena del cierre de UOCRA
Cultura 2013, he tenido el privilegio de varios de sus llamados... Como
siempre, andaba proyectando cultura y me pedía algunas ayudas... Lo último que
le dije en una de esas charlas telefónicas que tuvimos horas, apenas horas,
antes de la injusticia fue: “Te quiero mucho, Gastón”. Y él me contestó: “Yo
también te quiero mucho, compañera”.
Me quedo con eso.
Y con su canto siempre fresco y generoso.
Hasta siempre, Barral. ¡Salud!
Te quiero mucho.
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Despedida,
Gastón Barral,
UOCRA Cultura
sábado, 18 de enero de 2014
MARCAS
Me hice un tatuaje...
A decir verdad nunca me gustaron los tatuajes.
Han sabido despertarme críticas y repudios...
Pero me tatué el nombre de Delia en la muñeca izquierda. El nombre de Delia grabado en mi piel para siempre.
Sencillamente, hice visible la marca que ya llevo, desde siempre y para siempre, en el alma.
Eso, justamente, fue lo que me ayudó a tomar la decisión...Un día, hace ya algunos meses me puse a pensar en dos cosas: primero, en que solemos soportar marcas en el cuerpo que no hemos decidido; y segundo, que portamos marcas en el alma que podemos decidir hacerlas visibles en el cuerpo.... Así empecé a darle forma a esta decisión.
Yo se todo... Ya se han encargado de hacérmelo saber y, sobre todo, de hacérmelo sentir. Se, bien que sé, que no soy la única a la que se le ha muerto un ser querido y que hay tragedias mucho peores que la mía... Se que soy intensa y febril. Se qué soy exagerada y manifiesta. Se que soy vehemente y que puedo ponerme hincha pelotas (o ser siempre hincha pelotas, si querés) Pero así soy... Para todo... Para amar, para sentir, para pelear, para ayudar, para duelar.... No me siento ni la más desgraciada ni la dueña del dolor... No... En absoluto... Me siento infinitamente triste. Y soy cobarde... no puedo con la soledad del dolor. Me enloquece... Necesito compartirla, convocar al abrazo, llamar al consuelo... La injusta y temprana partida de Delia tiene para mi la dimensión de todo mi dolor. Me re significa todas mis ausencias. Me deja huérfana de toda orfandad.
Entonces, el tatuaje.
Hacer visible esa marca indeleble que llevo en el alma.
Un tatuaje pequeño, sencillo y bonito.... Como era ella. A la vez inmenso (como ella era) en su significado.
En el brazo izquierdo. Para que esté conmigo en cada puño en alto, en cada V de la victoria.
Para que se vea que la llevo conmigo en cada hora de mis días
Para que me pregunten qué significa "ese nombre" y poder hablar de ella.
Para que sea evidente que está entre mi y toda la realidad.
Quizá así pueda satisfacer esos tantos pedidos de que "la deje ir"...
En este eterno homenaje, que le hago y me hago, traigo a mi padre y a mi madre. Y a todos los duelos que ella supo consolar y acompañarme...
Convoco a todas las Stella que he sido para acordar un poco sobre las Stella que seré sin Delia.
Celebro la casa de Anatole France, la de la avenida San Juan, la de la avenida Rivadavia y finalmente la casa de Mansilla... todas sus casas que fueron también mías y, fundamentalmente, fueron casas de mi madre...
Recobro la mano bajo la almohada de la infancia, el tazón de café con leche con pan adentro, el papel araña azul de los cuadernos de las primeras letras, los ojos asombrados por la inmensidad de la ciudad inmensa, los primeros libros y las primeras músicas, las despedidas y los reencuentros, los tres soles de sus hijas, el dolor por sus amados compañeros, la abundancia de sus abrazos, su mano en la panza calmando mis contracciones de parto, la generosidad de su sonrisa, la trascendencia de sus consejos, el azúcar en mi boda, la inmensidad de su paciencia.
Todo en estas cinco letras que adornan, y honran, para siempre mi muñeca.
Fraternal regalo que me he permitido ofrecerme en este cumpleaños que ahora empieza.
Ella seguramente no aprobaría esta decisión mía. La tomaría como uno de esos extraños pasos de esta hermana, demasiado extravagante para nuestra sencilla vida.
Pero enseguida me miraría con ternura, buscaría la mirada de mi madre, y con ronca voz, cargada de ironía, seguramente le diría: "oye madre, si tu hija tiene tatuaje... ¡Anda en pandilla!". Lanzaría una abundante carcajada y abriendo generosamente sus brazos tomaría mi cabeza entre sus manos y la llenaría de besos.
A decir verdad nunca me gustaron los tatuajes.
Han sabido despertarme críticas y repudios...
Pero me tatué el nombre de Delia en la muñeca izquierda. El nombre de Delia grabado en mi piel para siempre.
Sencillamente, hice visible la marca que ya llevo, desde siempre y para siempre, en el alma.
Eso, justamente, fue lo que me ayudó a tomar la decisión...Un día, hace ya algunos meses me puse a pensar en dos cosas: primero, en que solemos soportar marcas en el cuerpo que no hemos decidido; y segundo, que portamos marcas en el alma que podemos decidir hacerlas visibles en el cuerpo.... Así empecé a darle forma a esta decisión.
Yo se todo... Ya se han encargado de hacérmelo saber y, sobre todo, de hacérmelo sentir. Se, bien que sé, que no soy la única a la que se le ha muerto un ser querido y que hay tragedias mucho peores que la mía... Se que soy intensa y febril. Se qué soy exagerada y manifiesta. Se que soy vehemente y que puedo ponerme hincha pelotas (o ser siempre hincha pelotas, si querés) Pero así soy... Para todo... Para amar, para sentir, para pelear, para ayudar, para duelar.... No me siento ni la más desgraciada ni la dueña del dolor... No... En absoluto... Me siento infinitamente triste. Y soy cobarde... no puedo con la soledad del dolor. Me enloquece... Necesito compartirla, convocar al abrazo, llamar al consuelo... La injusta y temprana partida de Delia tiene para mi la dimensión de todo mi dolor. Me re significa todas mis ausencias. Me deja huérfana de toda orfandad.
Entonces, el tatuaje.
Hacer visible esa marca indeleble que llevo en el alma.
Un tatuaje pequeño, sencillo y bonito.... Como era ella. A la vez inmenso (como ella era) en su significado.
En el brazo izquierdo. Para que esté conmigo en cada puño en alto, en cada V de la victoria.
Para que se vea que la llevo conmigo en cada hora de mis días
Para que me pregunten qué significa "ese nombre" y poder hablar de ella.
Para que sea evidente que está entre mi y toda la realidad.
Quizá así pueda satisfacer esos tantos pedidos de que "la deje ir"...
En este eterno homenaje, que le hago y me hago, traigo a mi padre y a mi madre. Y a todos los duelos que ella supo consolar y acompañarme...
Convoco a todas las Stella que he sido para acordar un poco sobre las Stella que seré sin Delia.
Celebro la casa de Anatole France, la de la avenida San Juan, la de la avenida Rivadavia y finalmente la casa de Mansilla... todas sus casas que fueron también mías y, fundamentalmente, fueron casas de mi madre...
Recobro la mano bajo la almohada de la infancia, el tazón de café con leche con pan adentro, el papel araña azul de los cuadernos de las primeras letras, los ojos asombrados por la inmensidad de la ciudad inmensa, los primeros libros y las primeras músicas, las despedidas y los reencuentros, los tres soles de sus hijas, el dolor por sus amados compañeros, la abundancia de sus abrazos, su mano en la panza calmando mis contracciones de parto, la generosidad de su sonrisa, la trascendencia de sus consejos, el azúcar en mi boda, la inmensidad de su paciencia.
Todo en estas cinco letras que adornan, y honran, para siempre mi muñeca.
Fraternal regalo que me he permitido ofrecerme en este cumpleaños que ahora empieza.
Ella seguramente no aprobaría esta decisión mía. La tomaría como uno de esos extraños pasos de esta hermana, demasiado extravagante para nuestra sencilla vida.
Pero enseguida me miraría con ternura, buscaría la mirada de mi madre, y con ronca voz, cargada de ironía, seguramente le diría: "oye madre, si tu hija tiene tatuaje... ¡Anda en pandilla!". Lanzaría una abundante carcajada y abriendo generosamente sus brazos tomaría mi cabeza entre sus manos y la llenaría de besos.
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viernes, 10 de enero de 2014
Frida Kaplan
Hoy (por el 9 de enero de 2014) "volví" a lo de Frida Kaplan... Y fue emoción... Siempre que "vuelvo" sucede la emoción, porque la emoción es terreno de Frida Kaplan...
Frida es refugio que siempre me recibe mullidito; es abrazo que siempre me cobija; es reflexión siempre profunda...
Es el contacto con el contacto; es la atención en la tensión y la intención en la atención.
Es un olor y un color a hogar conocido y extrañado. Casi propio...
Parafraseando (o plagiando, no sé bien) al Gordo Troilo, enuncio que no es cierto que "volví" porque no se puede volver a un lugar del que una nunca se ha ido. Del qué nunca me iré...
Pero qué placer el sentir los "elementos en la espalda", la "columna visualizada" y la "actividad interna" después de tanto tiempo...
Hoy (por el 9 de enero de 2014) Frida, alrededor de las 19.30, me hizo sentir frío en un lugar sin aire acodicionado en el corazón del Once. Porque así es Frida: mágica.
Y gracias a esas cosas buenas de la vida, yo disfruto de su magia. Y de su amor, que es el mío.
¡¡¡Te quiero, Frida Kaplan!!!
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