DESPEDIDA DE "BÁJAME LA LÁMPARA -concierto de palabras-"
Llovía también aquel sábado 9 de setiembre cuando todo era incertidumbre y futuro. Llovía. Mucho. Así como llueve cuando el tiempo parece haber enloquecido. Como llueve cuando el tiempo parece bendecir y maldecir al mismo tiempo. Llovía y amenazaba diluvio. Y fue diluvio de alegría, de abrazos, de aplausos, de presencia divina.
Llueve hoy, como aquel día. Pero hoy la lluvia tiene sabor a lágrimas y olor a despedida. Hoy la lluvia suena a recuerdos, acerca nostalgias.
"Bájame la lámpara -concierto de palabras-" se termina. Finaliza su segunda temporada. Concluye su año de albricias.
Miro por la ventana. El cielo muestra trocitos de azul entre los nubarrones negros. Me aferro a esa esperanza. Pero en tiempos oscuros el futuro siempre es incierto.
Hoy cerramos nuestra trinchera poética de resistencia. Habrá que vestirse de fajina y salir a lucharla para construir una nueva. Habrá que cerrarla con siete llaves doradas y atesorarla en el baúl de lo necesario para volver a abrirla cuando soplen mejores vientos, cuando las lluvias prometan buena cosecha de ensueños.
Estoy triste. A qué negarlo. Me cuesta esta incertidumbre.
Ha sido este un año inolvidable. De setiembre a setiembre. Puras primaveras regadas en poesía, canto, teatro. Puro achuchón con las poetas que nos asistieron cada sábado. Pura celebración del encuentro. Pura elevación de almas.
Un rescate que me tejió una hamaca de lado a lado del arcoiris en la que me recosté y me acuné -me acunaron- para viajar por el cielo blanco, por el blanco mar, de los ensueños.
Nada más que agradecimiento. Y un poco de esperanza.
Agradecimiento al amigohermano que me dijo "dame la mano" y me entregó, una vez más, la divinidad de su entrega. Gracias Francisco Pesqueira. Al mago que con su varita hilvanó le trama que nos sostuvo. Gracias Emiliano Samar. Al hacedor del cielomar de la blancura. Gracias Carlos Di Pasquo. Al que nos despegó de la tierra iluminándonos. Gracias Carlo Argento. A quien nos vistió de gala para la fiesta. Gracias Sandra Ligabue. A quien nos cuidó en cada función con su alma maternal.Gracias Mabel Rosati. A quien entre semana nos construía amorosamente el próximo encuentro. Gracias Andrea Widerker. A quien nos inmortalizó en imágenes. Gracias Fernando Musante. A quien nos embelleció con flores y nos bendijo con Té. Gracias Marta Graciela Gallo. A quien nos ayudó cuando lo necesitamos. Gracias Graciela Ramirez, gracias Clara Argüello, gracias Analía Schiavino, gracias Mónica Rosati. Y tantas y tantos mas que estuvieron pendientes de que fuéramos felices. Gracias a la casa que nos abrió la puerta, el amado y mítico Teatro IFT. Y en él a sus hacedores: Oscar, Mingo, Esteban, y el patriarca Miguel Rottenberg. Gracias a las más de 2000 personas que se sentaron en la platea y viajaron con nosotras. G R A C I A S.
Y gracias gracias gracias infinitas y totales a mis queridas compañeras de esta aventura poéticamusicalteatral. Gracias Lidia Catalano y a tu Carmen maternal; Miriam Martino y a tu Ana festiva. Gracias Mirta Alvarez por tu guitarra, tu voz, tu cuidado. Cada viaje hacia Alfonsina, Idea y Alejandra ha sido tan único como entrañable. Tan mágico como recóndito y deslumbrante. Y en cada puerto estuvieron Ellas para recibirnos. G R A C I A S.
Con la esperanza de que esta lluvia de hoy -tan parecida a aquella de nuestro estreno- traiga vientos de esperanza hacia un nuevo diluvio de alegría, de abrazos, de aplausos, de presencia divina, les digo a cada una y cada uno de ustedes, como cada sábado: "buenas noches, Señoras, (y aquí agrego Señores) ha sido un placer caminar con ustedes por las hojas de este libro abandonado".
Les amo por siempre.
29 de setiembre de 2018
DESPEDIDA DE "DESPEDIDA EN PARÍS"
Eleonora llegó a mí el 19 de enero de este año. Casi como un anuncio de este 2015 de concreciones, ese regalazo de cumpleaños me convocaba al máximo alborozo de la alegría.
"No interpreté a Julieta. Me encontré con Julieta" dice la intensa Eleonora en esa onírica estación de trenes parisina.
"No interpreté a Eleonora. Me encontré con Eleonora" , puedo afirmar yo hoy, en este momento, después de haberla despedido.
Eleonora Duse asistió a cada cita en estos meses de bucearla. Me prestó sus ironías, me vibró en sus emociones, enguantó su piel en mi humanidad, habló a través mío, lloró con mis lagrimas, me agitó con sus desgarros, me embriagó con su alegría.
El 19 de enero es mi cumpleaños y Eleonora llegó ese día. Y con la intensidad y los dolores de un nacimiento, parí a Eleonora y ella me parió uniendo siglos, tiempos y edades.
Hacía mucho tiempo que no me costaba tanto despedir a un personaje. Esta sensación de desgarro actoral que me atraviesa. Esta despedida que me atormenta.
Eleonora me acuna desde ese tren que la trajo a la vida. Desde esa soledad que le arrebató el aliento. Eleonora me entiende el dolor del zarpazo brutal que puede darte la prematura muerte en el centro del útero, me advierte que mi actriz me protege de los dolores de mundo, me aclara que no es fácil, me delimita lo agrio.
Doy gracias al Teatro por haberla puesto en mi camino, por haberme convocado a su estatura. Ella ya es parte definitiva de mi adn actoral.
(Extraordinaria foto de Matias Astorga -Fotografías - GRACIAS MATÍAS)
28 de setiembre de 2015
DESPEDIDA DE "FRAGMENTOS DE UN PIANISTA VIOLENTO"
Allá iremos... A la últma...
Imposible no hacer un balance, un recorrido por el camino transitado en estos nueve meses. Nueve meses... Una gestación, un parto.
Ensayé "Fragmentos de un pianista violento" en el comienzo del dolor más profundo. Un dolor de parto. Parto del que voy naciendo todavía...
Hoy me pregunto cómo lo hice. Cómo pude. Cómo me animé.
Pero fuimos y parimos y estrenamos y recorrimos. No hubiera podido sin tanto apoyo como el que recibí de mis compañeros. Y de mi compañero. Gracias Fernando Alegre Alicia Naya Martín Althaparro . Y un gracias así de grande a Fernando Musante . Sin la contención y el aliento de cada uno de ellos no hubiera podido.
Y qué suerte que pude. Desde las entrañas mismas del dolor encaré cada ensayo. Desde el núcleo de la ira, surgió esa violencia prestada al pianista.
Sanador proyecto. En tantos sentidos. Intenso. De un compromiso diferente... Compromiso personal, compromiso social. Porque abordar el odio y la violencia hacia las mujeres ha implicado mi compromiso no sólo con el arte teatral sino también con nosotras, justamente, las mujeres, y con la sociedad en su conjunto.
Voy naciendo. Y Fragmentos de un pianista violento es parte de ese útero donde se va gestando esta nueva Stella, un poco más sola en esta soledad nuclear de la existencia y también más acompañada.
“Fragmentos…” termina hoy un ciclo para nacer en otro (valgan las redundancias).
Seguirá su militancia imprescindible para visibilizar una tragedia que la mayoría de la sociedad se empeña en minimizar, en negar, a pesar de que nos lleva puestxs una vez por día, como mínimo.
Y yo seguiré con “Fragmentos…”, sin dudas (valga lo simbólico de la frase).
Pero hoy termina un ciclo. Y es imposible no mirar hacia atrás y repasar estos nueve meses. Tan extremos. Tan “de parto”.
Gracias a los que vinieron, a los que difundieron, a los que opinaron, a los que apoyaron, a los que nos premiaron, a los que coordinaron. Y también gracias a los indiferentes, porque nos afirmaron en el camino correcto.
Por las mujeres golpeadas. Por las violentadas. Por las desvalorizadas. Por las violadas. Por las asesinadas. Por ellas. Para ellas. Nuestro trabajo y nuestra militancia. 50 funciones. 50 debates. 9 meses. Ojalá hayan servido y sirvan para algo. Porque ahí pusimos lo mejor de nosotrxs.
Hoy, 28 de setiembre de 2013. Última función de “Fragmentos de un pianista violento” en el Centro Cultural Caras y Caretas. A las 21.
28 de setiembre de 2013